La inversión privada en la construcción balear está creciendo durante este año a un ritmo superior al 15%, y en Mallorca se roza el 25%. Y pese a ello, desde la asociación de constructores de las islas se vaticina una nueva crisis del 'ladrillo', según aseguran su presidente, Eduardo López, y uno de sus vicepresidentes, Oscar Carreras. Según palabras de este último, "el río bajará seco porque nos están cerrando todos los afluentes".
El diagnóstico que Eduardo López realiza dista mucho de ser alentador. El primer problema que se anuncia es el de la conclusión del ciclo de reformas hoteleras. La denominada Ley Delgado otorgó a los hoteleros la capacidad de aumentar alturas y habitaciones en aquellos establecimientos situados en zonas maduras que se modernizaban para elevar su categoría, pero el plazo para ello concluía este verano. El actual Govern ha optado por no prorrogar esta posibilidad, y aunque va a consentir que los hoteles que mejoren sus instalaciones ganen espacio, éste nunca podrá ser en altura y no podrá suponer un aumento de las habitaciones. Como ejemplo, fuentes del sector hotelero señalan que esta nueva posibilidad está ideada para dotar al establecimiento de piscina cubierta o de comedores más amplios, por citar algunos ejemplos.
Según los constructores, el hecho de no poder ganar más habitaciones va a desincentivar estas inversiones, al reducir su rentabilidad, con el correspondiente descenso en sus niveles de actividad.
Desde el sector hotelero se confirma que se avecinan unos años con un fuerte descenso en las inversiones en sus instalaciones, pero se explican por otra causa: conocedores de que se agotaba el plazo para que las reformas supusieran más camas, las empresas de alojamiento se han lanzado durante los últimos años a realizar estas obras, que se van a mantener durante el próximo invierno, al haber solicitad la correspondiente licencia antes de que se agotara el plazo citado anteriormente. Pero en este sentido, se apunta que "el hotelero que ya no ha puesto en marcha su reforma, es porque no piensa hacerlo".
Eivissa como tendencia
Como prueba de lo que se avecina, Eduardo López recuerda que "Eivissa es la isla que primero arranca, pero también la que primero se frena, y las demás siguen su tendencia". Pues bien, en Mallorca la inversión en reformas hoteleras ha crecido a un ritmo del 38% durante los cinco primeros meses de ester año, pero en la pitiusa muestra ya una caída superior al 63%, de ahí que se dé la voz de alarma desde el sector.
Segundo 'afluente': la fuente de ingresos más importante para los constructores es la edificación de viviendas, que durante los primeros cinco meses del año sigue mostrando un buen comportamiento tanto en Mallorca como en Eivissa. Pero los constructores recuerdan que en este momento la parte más importante de la inversión residencial procede de la construcción de chalés, ante la debilidad del producto plurifamiliar. Y a partir del próximo día 21 ya no se podrán conceder nuevas licencias para unifamiliares en aquellas urbanizaciones que no cuentan con alcantarillado y que no dispongan ya de un proyecto para dotarlas de esta red de saneamiento. La mayoría de los municipios de Mallorca y Eivissa no están respetando este plazo, lo que conllevará una caída de la actividad que afectará, por citar un ejemplo, a urbanizaciones de la importancia de Son Vida.
Los constructores han presentado ya una propuesta a la conselleria de Territorio para que la concesión de licencias para estos chalés se pueda retomar en cuando los Ayuntamientos, aunque sea con retraso, aprueben su proyecto de alcantarillado, y están a la espera de la decisión que este departamento pueda adoptar en esta materia.
La tercera entrada de las inversiones en construcción es el de la edificación no residencial, como la vinculada a establecimientos comerciales y oficinas. En este apartado, se afirma que tampoco las perspectivas son positivas, debido a que a la moratoria que se ha aplicado sobre la construcción de grandes establecimientos comerciales (reciente anulada por parte del Tribunal Superior de Justicia de Balears) va a ir seguida en pocos meses de un nuevo plan director que va a limitar sustancialmente el desarrollo de este tipo de proyectos, a la vista del no disimulado apoyo que el actual equipo de gobierno del Consell de Mallorca concede al comercio tradicional, contrario a la aparición de más megacentros.
Todo lo expuesto supone pérdidas de actividad a partir de 2018 y que se espera que sean especialmente evidentes durante 2019 (para ese año ya se vaticina un fuerte parón de la inversión hotelera). Según señala Oscar Carreras, hablar de crisis cuando en estos momentos hay un importante nivel de trabajo supone lanzar un mensaje difícil de entender para muchos, pero asegura que todos los datos disponibles lleva a ese pronóstico.
Y hay una advertencia adicional: uno de los afectados por este previsible retroceso va a ser el empleo, que en este sector se destruye con la misma facilidad con que se crea, según señala Eduardo López. Hay que recordar que los datos del pasado junio mostraban una caída del paro en la construcción que rozaba el 25% respecto a las mismas fechas de 2016, mientras que la cifra de personas con un puesto de trabajo se incrementó un 11% a lo largo de esos doce meses, superando cualquier otra rama de la economía isleña.
