"En una Medicina que cada vez se subespecializa más, nosotros ponemos el contrapunto y actuamos de manera más global sobre el enfermo, tenemos una visión más completa del paciente".
Con esta contundente manifestación, Albert Pou, médico internista de Son Espases, explica la ampliación a otros servicios quirúrgicos de una iniciativa desarrollada desde hace ocho años por su compañera, Malena Femenías, con los pacientes crónicos multipatológicos que salían de una operación del servicipo de Cirugía Ortopédica y Traumatología (COT).
La iniciativa básicamente consistía en que el servicio de Medicima Interna era avisado del riesgo potencial de pacientes crónicos frágiles recién salidos del quirófano de sufrir complicaciones que pusieran en riesgo su vida o que les abocasen a una mayor, y más costosa, estancia hospitalaria. Con el objeto de extremar los cuidados y la atención sobre estos enfermos para anticiparse a estas descompensaciones, peligrosas en su estado de salud.
Una actuación exitosa que ya dispone de evaluación para calibrar este éxito: La mortalidad entre los pacientes de estas características operados de fractura de cadera se ha reducido en un treinta por ciento en estos años.
Asimismo, las estancia media hospitalaria de estos pacientes se ha reducido en un 18%, lo que en días se traduce en 2,28 jornadas menos de ingreso. Los pacientes controlados más estrechamente por los internistas están hospitalizados, de media, unos diez días cuando antes de adoptarse esta iniciativa el promedio de su estancia en Son Espases alcanzaba las trece jornadas.
"En los últimos años, los servicios quirúrgicos cada vez operan a más pacientes ancianos pluripatológicos cuya fragilidad postoperatoria precisa de una asistencia más vigilante para evitar indeseadas descompensaciones que en su caso pueden resultar muy graves", explica Albert Pou.
Estas dos circunstancias, el éxito de la iniciativa con los pacientes de Traumatología unido a que cada vez pasan más pacientes frágiles y multipatológicos por los quirófanos de la mano de los adelantos quirúrgicos y de una mayor esperanza de vida, aconsejó ampliar esta más estrecha vigilancia a los enfermos de estas características intervenidos en Neurología, Otorrino y Maxilofacial.
Una ampliación puesta en marcha desde hace tan solo un mes y que en este periodo ha atendido a 34 pacientes. Y que si en 2012 actuaba sobre 331 enfermos de estas características, el año pasado lo hizo sobre 732.
Anticipación
"Antes, los pacientes se descompensaban y actuábamos. Ahora los vemos antes para anticiparnos a estos agravamientos de su estado de salud", explica el internista.
Sobre el perfil de los pacientes con los que intervienen, Pou señala que, en general, se trata de enfermos de la Unidad de Cuidados Intensivos o de Reanimación o de personas que están identificadas como pluripatológicas.
Albert Pou y Malena Femenías, internistas detrás de esta iniciativa.
"En Neurocirugía podemos estar hablando de un paciente con un traumatismo craneoencefálico que lleve ingresado en la UCI varias semanas y que ha tenido infecciones nosocomiales (por los agentes que circulan por los hospitales, más refractarios a los tratamientos) o ha tenido complicaciones", pone como ejemplo.
Con respecto a los pacientes de Otorrinolaringología o Maxilofacial, este internista aclara que las personas que pasan por los quirófanos de estos servicios lo suelen hacer para ser intervenidos de tumores y otras patologías de gravedad. "Los laringectomizados (tratamiento para los tumores de laringe) son los que más se complican", añade.
"Es una pata más de la apuesta por la atención a la cronicidad, que llega a los servicios quirúrgicos y que se suma a la unidad de pacientes crónicos y a un hospital de día específico para ellos", recuerda Pou la estrategia sanitaria por la que ha apostado la Conselleria y que busca evitar las descompensaciones y los reingresos de una población cada vez más envejecida.
