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Turismo

Las agencias rusas se lanzan a por plazas en una Mallorca a la que ya no le quedan camas

Con julio y agosto completamente vendidos, los hoteles de la isla aprovechan la feria de Moscú para intentar redondear la temporada con clientes rusos en primavera y otoño - Los touroperadores de Rusia están intentando desviar clientes de Turquía y Egipto a la isla, pero afrontan precios más altos que nunca

Las agencias rusas se lanzan a por plazas en una Mallorca a la que ya no le quedan camas

En la Feria de Turismo de Moscú (MITT) vuelve a haber fiestas de mucho caviar y aún más vodka. Tras dos años de depresión por la caída del rublo, el desplome del petróleo y la multiplicación de escenarios de conflicto geopolítico para la Rusia de Putin, los touroperadores parecen ver que escampa. Y se animan a brindar, pese a que lo tienen más difícil que nunca: con Turquía y Egipto, sus dos destinos de referencia, cerrados por terrorismo igual de fundamentalista que el de Bruselas o París, se han lanzado a una carrera en la que hay codazos para conseguir hueco en Mallorca.

No es para menos: tonto el último, que se queda sin camas que vender. La explicación hay que buscarla en Turquía y Egipto, que hasta esta temporada acogían cada año nueve millones de turistas rusos, tantos como recibe Mallorca de todos los mercados juntos. Muchos. Demasiados para que los absorban destinos ya de por sí saturados para este verano, como los baleares. Por eso los codazos y la estampida, que confirman en Moscú a Diario de Mallorca algunos de los principales touroperadores y agencias de un mercado ruso que tiene más ganas que nunca de crecer en la isla. Pero no puede. Lo confirman ellos mismos y los hoteleros mallorquines: simplemente, dicen, la temporada alta está vendida por completo. Así que la cosa ahora es colocar clientes rusos en mayo, junio, octubre y noviembre.

Justo eso es lo que se negocia estos días en Moscú, donde touroperadores y hoteleros trabajan en acuerdos a más largo plazo, que permitan a los rusos salvar este año de cerrojazo en Egipto y Turquía y, de paso, alimenten a Mallorca en 2017, 2018 y los años venideros, cuando quizá se recuperen los competidores africanos y los rusos vuelvan a su zona natural de descanso. “El año no pinta nada mal. No está todo cerrado, pero hay que trabajárselo para este verano y para el futuro. Tendremos momentos puntuales de ocupación muy alta, pero hay que pensar que algunos abrimos en enero y no cerramos los hoteles hasta noviembre. El verano es fácil venderlo, pero tenemos que ocupar todo el año”, cuenta Cristian Alfaro, de Delfín Hotels, que estos días se bate el cobre en Moscú con la idea de vender la primavera y el otoño de 2016, al tiempo que allana el terreno para establecer relaciones de medio y largo plazo con los mismos agentes rusos hoy buscan plazas en Mallorca a la desesperada.

Cristian no es el único en esa pelea. En ella están todos los que estos días trabajan en la feria, que vive días de alegría. “Los touroperadores nos están diciendo que las ventas de España para marzo y abril van mejor que el año anterior, pero el cuadro completo lo tendremos en mayo: en los primeros diez días hay vacaciones en Rusia, y ya hay vuelos programados para Mallorca. La isla está muy solicitada. No tiene una marca tan fuerte como Costa Brava, que lleva años de promoción, pero los touroperadores quieren crecer en Mallorca. Debemos aprovechar y trabajar más”, desgrana Ekaterina Pavlova, directora de ventas de Barceló en Rusia.

Todos quieren crecer en Mallorca

De algo parecido hablan en gigantes como Pegasus o TUI Russia, que han puesto sus ojos en Mallorca para este año. La razón, dicen, es que es un destino seguro, que ofrece calidad, gastronomía, cultura, sol y playa. Seguridad aparte, Mallorca vende algo distinto que Turquía y Egipto, explican: allí la demanda es casi exclusivamente de resorts gigantescos de todo incluido. Pero este año van a aprovechar la crisis de esos competidores para ganar posiciones en Mallorca con un producto más variado. “Todos queremos crecer en Mallorca, es un destino distinto al habitual ruso, pero funcionará”, certifica Melen Ulutrürk, director general de Anex Tour, un touroperador mediano que gana posiciones en el mercado ruso y este año ha apostado fuerte por Mallorca. Quieren multiplicar por quince sus ventas en la isla.

El mismo análisis de situación han hecho en Nika Viajes, una agencia de turismo receptivo que esta temporada estrena delegación en Mallorca. El objetivo es facilitar el despliegue touroperadores rusos pequeños y medianos, que ven en Mallorca dos virtudes igual de interesantes: los destinos baleares son hoy una tabla de salvación tras la debacle turca, dicen, pero sobre todo suponen un nuevo mercado que abrir a los rusos, que hoy por hoy solo conocen Cataluña.

Es fácil de entender: el turismo catalán tiene en la feria MITT un stand más grande que el del resto de España junta, con un despliegue de medios que solo supera Grecia. “Pero Mallorca está ganando interés para Rusia, por eso abrimos en la isla”, desgrana Kristina Sargsyan, que estos días está en Moscú, pero la semana que viene trabajará en la oficina de Nika Viajes en Palma. “El análisis que hacemos es que Mallorca es un destino muy popular, y lo va a ser más, porque las islas para los rusos tienen un encanto especial. Las previsiones rusas son buenas para la isla, aunque hay un problema importante: es un destino seguro, al que todo el mundo quiere ir, de los mejores como alternativa familiar, el problema es que el resto de mercados clientes de Mallorca, como Alemania o Reino Unido, están creciendo tanto que no quedan plazas. Rusia tiene mucho interés, pero no hay camas”,.

Alargar la temporada con rusos

“La verdad es que hay mucha preocupación porque las camas en Mallorca están más que solicitadas por los mercados inglés y alemán, y los meses fuertes sí hay plazas de avión desde Rusia, pero no quedan habitaciones. Buscamos alargar la temporada sin tener picos de ocupación tan marcados en julio”, coincide Yulia Chutaeva, jefa de ventas de Calviá Beach en Meliá, que muestra en Moscú un producto llamado a triunfar: presenta en Rusia productos como el Katmandú de Magaluf y como el resultado de la transformación del Antillas Barbados en Calviá Beach. “Es un hotelazo espectacular que estrenamos el 1 de mayo”, adelanta Yulia Chutaeva, convencida de que todo se está alineando para que Mallorca viva un verano histórico.

Y no solo en ocupación. También en precio. De hecho, ese es uno de los problemas de los rusos. Con el rublo tan bajo, les sale muy caro comprar plazas en la isla que más se cotiza ahora mismo, que si todo sigue así elevará sus tarifas cerca de un 25% de media entre 2015 y 2016. “En los hoteles de Mallorca ahora mismo no existe la palabra ‘oferta’, impera el concepto ‘paro de ventas’. Mallorca tiene su precio, y a los rusos, con el rublo débil, les sale por el doble. Todo el mundo quiere ir a la isla, pero no hay capacidad hotelera ya, y Mallorca está muy llena. Para los touroperadores es arriesgado poner un avión desde Rusia sin tener habitaciones garantizadas”, detalla Joan Sureda, director general de Viajes Adramar, también presente en Moscú. Como casi todos, Sureda advierte de que se avecina una campaña rusa marcada por la improvisación. “Igual salimos de aquí con un chárter más, pero se está improvisando. Va todo el mundo a salto de mata. Con Turquía y Egipto descartados, a los rusos les gusta Europa, y les gusta Mallorca, pero el dinero manda”. Y la isla este año sale cara. Cotiza más al alza que nunca. Así que cojan aire. Y sitio: la saturación este año puede ser de aúpa en la isla.

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