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Armengol salvaría el complejo de Bill Gates, Barceló no lo ve claro

El PSOE apadrinó en 2008 el proyecto y ahora lo rescataría de la ruina, pero en Més creen que hay mejores opciones

Si el departamento de Innovación hubiese caído del lado del PSOE, hoy el titular sería otro. En el partido que firmó en 2008 la entrega anual a Microsoft de 400.000 euros públicos siguen creyendo en un centro que desde su fundación no ha dado cuentas de su resultados a los ciudadanos que lo mantienen con sus impuestos. "Es que es muy importante para Balears", explican fuentes del partido, en el que aclaran que se enteraron a principios de verano de que el proyecto se hundía por impagos. Así se lo transmitieron a Francina Armengol, que aún negociaba su investidura. Cuando le dieron los detalles del proyecto, se declaró dispuesta a salvar el que era casi el último reclamo de un Parc Bit de capa caída, el Microsoft Innovation Center Tourism Technologies.

El siguiente en ser informado fue el hoy vicepresident, Biel Barceló, que solo se comprometió a escuchar opciones. Así que empezaron los movimientos, canalizados a través de un alto cargo del PSOE. Él se sentó en Madrid con el último director del centro Microsoft, Luis Bendito, que por esas fechas, julio, ya había dejado el MICTT, tras no obtener respuesta al plan para salvar el centro. Luis Bendito ya tenía entre manos otro proyecto laboral, pero ofrecía su vuelta si el nuevo Govern quería resucitar la plataforma de innovación. En la reunión también participaba un directivo de Microsoft, que le contaba al emisario socialista que estaba dispuesto a "apostar por Palma".

Que no a poner dinero. El plan era que el centro fuese más autosuficiente, con el Govern aportando una tercera parte del capital. El resto saldría del propio centro, de sus ventas, mientras Microsoft se ceñía a su papel habitual: ofrecer el conocimiento, sus tecnologías, su marca. Pero nada de dólares. ¿Bastaba con eso? Difícil, aunque algunos proyectos había. Por ejemplo, Microsoft quería abrir en Cartagena de Indias, en el Caribe, un centro de investigación hermano del mallorquín, que se comprometería a comprar software producido en el MICTT de Palma por valor de 90.000 euros. El negocio era redondo: en Cartagena pagan lo de Mallorca, y Microsoft sigue sin poner un céntimo.

¿Daba? La presidenta Armengol no se ha pronunciado tras el cierre del MICTT, pero el vicepresidente Barceló no lo ve claro. No sin que Microsoft enseñe los dólares que hasta ahora no ha visto nadie más que sus dueños americanos.

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