La sanidad privada tiene un peso muy importante en las islas, muy similar al de Barcelona o Madrid y contamos con muchas clínicas modélicas, con mucha calidad y toda la tecnología. Tenemos un sector puntero y la sanidad pública debería valorarnos más porque el 45% de las atenciones sanitarias se hacen en los hospitales privados, actividad que si no hiciéramos nosotros la pública no podría asumir disparándose las listas de espera".

Así, poniendo en valor la actividad sanitaria privada de esta comunidad, comenzó Carmen Planas, presidenta de la Unión Balear de Entidades Sanitarias (UBES), la patronal del sector, el coloquio organizado por Diario de Mallorca y el Banco de Sabadell para analizar los retos presentes y futuros de la sanidad privada en esta comunidad autónoma.

También hizo referencia la presidenta de la patronal al régimen de incompatibilidades para los médicos que propone Podem y que impida que un facultativo que esté trabajando en la sanidad pública pueda hacerlo también en la privada. "Los primeros que se rebelarían serían los propios médicos porque la mayoría de ellos están trabajando en la pública y la privada y quizá optarían por irse a esta última", advirtió Planas que, no obstante, admitió como elemento disuasorio para esta posibilidad que en la pública los médicos lidian con más casos y pueden adquirir una mayor experiencia.

"Las primas también han ido aumentando con la crisis. Han crecido un 1,2% en volumen de asegurados por lo que la crisis no ha influido en esto. La actividad no ha bajado. Y estamos entrando en la temporada turística, lo que es una buena noticia para nosotros ya que siempre se pagan mejor los turísticos que los nacionales a nivel de compañía", concluyó un somero balance del sector la presidenta de la UBES.

Aseguradoras

Poner en valor la calidad asistencial para negociar precios

Germán Barraqueta, gerente del Hospital Quirón Palmaplanas, admitió que las compañías de seguros han "tensionado" muchísimo los precios en los últimos años porque, les disculpó, compiten con una sanidad pública universal y gratuita sin tantos copagos como en los países de nuestro entorno. "No obstante, la provisión sanitaria de las islas es de las mejores y es algo que tenemos que poner en valor", recomendó recordando que si se ofrece una atención excelente hay que cobrar con ella y máxime cuando la imposición sobre el material y la tecnología sanitaria ha pasado de pagar el 10% al 21% de IVA.

"Debemos , todos, intentar poner en valor la calidad asistencial que estamos dando a nuestros pacientes", recalcó Barraqueta haciendo un llamamiento a los diferentes grupos sanitarios privados que cohabitan en las islas a que, pese a la competencia, no se arruguen ante las exigencias de las compañías aseguradoras que copan el mercado nacional.

Juan Alguersuari, presidente de la Red Asistencial Juaneda, confirmó que en España, a pesar de la crisis, ha aumentado el número de pólizas de seguros y que en Balears el nivel de la sanidad privada supera al de la media del país por las tarifas privadas cobradas a los turistas que han permitido una mayor inversión tecnológica. "Sin embargo, mantener este nivel no es fácil porque el turismo es estacional y en invierno hay poca actividad y la población local paga unas tarifas distintas", apuntó el presidente de Juaneda.

Sobre las presiones de las aseguradoras por conseguir prestaciones a menor precio, Francisco Vilàs, propietario de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Eivissa, reprochó a los grupos mallorquines su poca firmeza a la hora de poner límites a estas exigencias: "Si os hubierais mantenido algo más firmes habrías evitado estas rebajas", dijo antes de que el resto de contertulios le recordara que en Eivissa no existe la misma competencia que en Mallorca. "Quizás nosotros seamos nuestros peores enemigos", admitió.

Francesca Pizà, directora de organización y planificación de hospital Clinic Balear, señaló que el pasado lunes abrieron un nuevo centro en Sóller para cubrir la demanda de aquellos asegurados cuyas pólizas les obligaban a bajar a Palma para poder ser atendidos.

"Estamos creciendo y, como todos las clínicas presentes en este coloquio, estamos teniendo problemas con los seguros. La competencia es buena para los pacientes y más aún para las aseguradoras, pero no tanto para nosotros. Con respecto a la sanidad pública, nosotros también somos de la opinión que deberían apoyarse más en nosotros, que gastan mucho dinero cuando la sanidad privada dispone de una tecnología muy moderna", concluyó Pizà.

Volviendo a la guerra de precios que mantienen con las aseguradoras, Barraqueta señaló que el 70% o el 75% del aseguramiento nacional está en manos de 4 ó 5 compañías de seguros lo que, en su opinión, dificulta poder negociar precios y menos aún cuando todas las clínicas privadas hacen más o menos lo mismo, no ofrecen nada único o diferenciador que les coloque en una situación de fuerza.

Por ello, el gerente de Quirón Palmaplanas también mencionó los procesos de concentración en los que vive inmerso el sector, tanto a nivel nacional como balear, para poder "protegernos frente a un mercado que estaba muy desigual. Por eso, en un medio o largo plazo habrá siete u ocho grandes operadores a nivel nacional que podrán reequilibrar la situación con las grandes aseguradoras".

Una relación difícil

Nula colaboración y escaso aprecio del Servei de Salut

"Creo que la sanidad privada se ha beneficiado durante muchos años de un error técnico de la sanidad pública que se mantiene legislatura tras legislatura ya que se han dedicado a hacer política con los ladrillos y política con la sanidad en lugar de política sanitaria. Esto ha provocado que la sanidad pública disponga de unos hospitales preciosos en apariencia pero con graves problemas de funcionamiento interno que se solucionan con una gran inversión pública sin ningún tipo de control", denunció Vilàs para quien, vista desde una óptica empresarial, la sanidad pública estaría quebrada y solo sustentada por los presupuestos del Estado.

"Esto nos ha beneficiado porque hemos sido más ágiles y más previsores. Y el futuro es bueno porque la pública sigue cometiendo los mismos errores", sentenció el propietario del principal grupo sanitario ibicenco.

Fernando Rotger, propietario de la Clínica Rotger, concluyó que la sanidad privada tiene en Mallorca buena salud a pesar de la crisis porque esta coyuntura les ha obligado a gestionar mejor y, por tanto, "tenemos un presente no malo y un futuro bueno", dijo antes de señalar cuál es a su juicio el verdadero problema, a saber, la lucha entre la sanidad pública y la privada.

"Quizá la sanidad pública se ha dedicado a hacer hospitales públicos demasiado grandes y poco prácticos y no se ha preocupado de gestionar bien estos hospitales ni de rentabilizar estas inversiones", recriminó el doctor Rotger, que también lamentó la nula colaboración y el escaso aprecio del Servei de Salut hacia su sector.

Un momento del coloquio sobre la sanidad privada organizado por este diario y el Banco de Sabadell. B. RAMON

"Siempre nos han tratado subsidiariamente, para que cubramos lo que ellos no pueden hacer o para ayudarles a reducir las listas de espera. Y nosotros podemos ofrecer al paciente una atención tan buena como en la pública y más barata y que, además, solucionaría muchas listas de espera. Pero esto tienen que entenderlo y asimilarlo y esto no es fácil", admitió.

Mercé Soteras, subdirectora del Hospital de Llevant que presta sus servicios en Porto Cristo, recordó la desgracia vivida recientemente por el hospital de Manacor, que perdió, dijo, ochenta camas hospitalarias por una inundación de una planta. "Su gerente, Catalina Vadell, nos pidió ayuda y en cuestión de horas los hospitales privados más cercanos, el nuestro y el Hospital General de Muro, nos pusimos en marcha con un operativo que funcionó a la perfección y atendimos a los pacientes desalojados, muchos de ellos con patologías respiratorias", se congratuló la subdirectora del centro de Porto Cristo con este ejemplo que demuestra que la colaboración público-privada es posible y deseable. "Por eso hay que dejar de hablar de dos sanidades y centrarnos, como ha apuntado Vilàs, en hacer política sanitaria no política en Sanidad", emplazó.

La colaboración entre la sanidad pública y la privada es fundamental porque, aportó cifras, "las siete millones de personas que cuentan con un seguro médico privado en este país así como los dos millones de mutualistas no son absorbibles por la sanidad pública", aseguró. "Por parte de nosotros no hay limites para esta colaboración. Les proponemos que nos digan qué quieren de nosotros y veremos qué podemos hacer", emplazó Soteras a los próximos dirigentes que gestionarán los recursos sanitarios públicos.

Antoni Fuster, gerente de la UBES que acompañaba a su presidenta, dijo no tener una bola de cristal para saber qué va a pasar en la próxima legislatura, pero sí abogo por "un gran pacto por la sanidad y para la sanidad. No podemos limitarnos a desarrollar políticas cada cuatro años que no permitan vislumbrar un futuro sostenido".

Turismo de salud

Un negocio incipiente de complicado desarrollo

Para combatir la estacionalidad en su sector, Juan Alguersuari abogó por potenciar un turismo sanitario que definió como aquel en el que el paciente viene expresamente a tratarse de un problema de salud aprovechándose de la moderna tecnología y de la calidad de los profesionales que aquí trabajan. Algo que, no obstante, lamentó que todavía no han sabido hacer. "Todavía no hemos conseguido este reconocimiento", deploró este empresario sanitario que quiere convertir a Balears en la Houston del Mediterráneo en lo que a atención sanitaria se refiere.

El gerente de la UBES apostó por desarrollar un turismo de salud en tres vertientes. La primera, la de la asistencia de pacientes que vienen ex profeso para ser atendidos por los grandes profesionales que trabajan en las islas y para la que, admitió, la comunidad tendrá que lidiar con una fuerte competencia.

La segunda, continuó, sería la de un turismo saludable que se beneficiase y aprovechase la infraestructura hotelera que ya existe en la comunidad. Y por último, apuntó, se encontraría la asistencia a los pacientes crónicos en la que jugaría un importante papel la asistencia transfronteriza por la que, aclaró, un paciente puede ser tratado en un país diferente al suyo bajo unos condicionantes que no precisó pero que, aquí sí puntualizó, "permitiría que fueran atendidos aquí pacientes crónicos alemanes e ingleses que ya nos conocen".

En cuanto al turismo de salud, el propietario de la Rotger apuntó que el principal problema para desarrollarlo en esta comunidad es la insularidad ya que, puso como ejemplo, si un turista ruso no tiene un vuelo directo para venir a Mallorca "se parará en Madrid, Barcelona o Berna. El turismo de salud lo tenemos que desarrollar con los países del norte con los que tenemos conexiones o con los países del sur, del Magreb", concretó antes de finalizar asegurando que se trata de una fuente de esperanza en la que están trabajando pero que "no es una realidad a día de hoy".

Jaime Matas, subdirector general del Banco Sabadell y director territorial de la zona este, apuntó que "el cluster de turismo sanitario es una apuesta muy importante en España" y emplazó a los contertulios a "espabilarse" porque ya se está trabajando en este sentido en otras zonas del país y a "aprovechar que sois unas islas en las que todo el mundo quiere estar de vacaciones".

El gerente de la UBES contrapuso que el turismo de salud es un asunto de largo recorrido en el que ya se está trabajando aunque precisó que se necesita más unidad, "conseguir una imagen de marca".

Por su parte, Barraqueta comparó el firme apoyo estatal que tienen estas iniciativas de turismo de salud en Sudamérica frente al respaldo de aquí. "El Estado nos podría ayudar generando una certificación de calidad para las prestaciones sanitarias que ofertemos", sugirió Vilàs, que zanjó el tema admitiendo que el turismo sanitario, en su caso, se trata de una actividad residual sustentada en el boca a boca de pacientes que ya han sido tratados satisfactoriamente con anterioridad.

Mutualismo

¿Quién está dejando morir este sistema mixto?

También incidió Fuster en el mutualismo administrativo (Muface e Isfas), del que lamentó "que lo estamos sacando del sistema sanitario, no se apuesta por él cuando se ha demostrado que ha permitido que un determinado colectivo reciba asistencia sanitaria y además eligiendo entre la pública y la privada. Al mismo tiempo es muy rentable porque hay estudios que hablan de que el coste es hasta un 30% inferior. Por lo que no entendemos que este sistema, que parece que es bueno, tenga que desaparecer, sino que más bien tendría que potenciarse", propuso el gerente de la UBES.

De izquierda a derecha: Antoni Ruíz (subdirector de Diario de Mallorca); José Manuel Atiénzar (director general de este rotativo y Diario de Ibiza); Fernando Rotger (propietario de la Clínica Rotger); Pedro Ballester (director regional del Banco de Sabadell); Juan Alguersuari (presidente del Grupo Juaneda); Francisco Vilàs (propietario de la Policlínica del Rosario de Eivissa); Mercè Soteras (subdirectora del Hospital de Llevant); Antoni M. Fuster y Carmen Planas (gerente y presidenta de UBES); Francesca Pizà (directora de organización y planificación del Hospital Clínic Balear); Jaime Matas (subdirector general del Banco de Sabadell); Javier León (director de Bansabadell Renting); Germán Barraqueta (gerente del Hospital Quirón Palmaplanas).

Fuster también criticó la ausencia de una política sanitaria para el conjunto del país ya que, en su opinión, cada comunidad autónoma actúa de manera independiente. "Y hay que dejar de hablar de sanidad pública y privada y hablar de política sanitaria y de provisión sanitaria, quién da la asistencia", emplazó.

Sobre el asunto de las mutualidades de funcionarios,el empresario sanitario ibicenco apuntó que se trata de un colectivo de unos dos millones de personas de las que el 85% opta por la sanidad privada. "¿Por qué se está dejando caer este sistema de sanidad mixto? En mi opinión porque Madrid decide y las CC AA pagan", interpretó Vilàs antes de volver a recalcar que a su juicio no solo la sanidad privada es más barata sino también más eficiente que la pública y que las políticas cortoplacistas no conducen a buen puerto.

"Parecía que el modelo de Muface se iba a desarrollar en otros ámbitos y para otros colectivos a principios del 2000, pero se paró y lleva vegetando los últimos diez o quince años, muriéndose sin que nadie se atreva a enterrarlo definitivamente. Y cuando lo dejen morir la sanidad pública va a tener un serio problema en muchos lugares de España", auguró con pesimismo.

Financiación insuficiente

Concluye una legislatura sin apenas concertación

"El problema de esta legislatura es que no se ha concertado nada, se han limitado a pagar a los proveedores y es que tenemos un grave problema de financiación ya que hay una diferencia de unos 400 euros per cápita si nos comparamos con el País Vasco y Navarra", apuntó Carmen Planas, que se congratuló asimismo de que esta eterna reivindicación esté en la hoja de ruta de los tres partidos que han comenzado las negociaciones para formar Govern.

"De eso somos culpables nosotros porque el sector privado es potente y funciona y, por tanto, el sector público ha tenido que invertir menos. Ellos tienen un retraso económico importante porque nosotros hemos estado supliéndolos evitando que el sistema se colapsara", contrapuso Francisco Vilàs, que aseguró que la sanidad pública de las islas gasta menos que en otras comunidades porque la privada atiende al 40% de la población.

El propietario de la Policlínica del Rosario añadió a su lista de agravios con la pública que pagan tarde y mal los conciertos que suscriben con ellos y puso como ejemplo del lento funcionamiento de la Administración que el retraso en la firma de un acuerdo con su centro para prestar el servicio de hemodinámica a los pacientes del Servei de Salut en Eivissa ha provocado que durante seis meses se dejasen de hacer estas pruebas en la pitiusa mayor. Y lo mismo dijo de un convenio con neurocirugía y para pruebas de resonancia magnética nuclear: "Nosotros tenemos dos máquinas de este tipo y ellos una. Pues bien, al no renovar el concierto, ahora están haciéndolas únicamente con su aparato generando una lista de espera aún mayor que la que ya tenían", lamentó. "La política de la conselleria de Salud, gobierne quien gobierne, es ir contra nosotros", resumió su parecer un combativo Vilàs.

Subida del iva

Un incremento de once puntos que ahoga al sector

El empresario ibicenco también se mostró preocupado por la subida del IVA del 10% al 21% que tendrán que asumir en la compra de nueva tecnología, incremento que aseguró que no repercuten a sus clientes en los precios.

En este punto Pedro Ballester, director regional del Banco Sabadell en Balears, apuntó varias líneas de financiación de esta entidad que, a su juicio, contribuirán al desarrollo del sector sanitario privado en la islas. La primera de ellas, la de financiar cualquier tipo de intervención, ya sea curativa, reparadora o estética, que interpretó que podría ayudar a destensionar la guerra de precios que mantiene el sector con las aseguradoras. También mencionó un convenio suscrito con el Colegio de Médicos de Balears (COMIB) del que se pueden beneficiar no solo los licenciados en Medicina sino también sus parientes en primer grado. También reveló que en estos momentos están subvencionando 4 becas de rotación externa, 2 de ellas en hospitales extranjeros y las otras 2 en nacionales.

Por su parte, Javier Léon, director de Bansabadell Renting, se definió como un gestor de activos que los compra y los "empaqueta" en función de las necesidades del cliente y con una cuota fija. "El año pasado compramos activos por 22 millones con el objeto de ayudar a la financiación de vuestro sector -clínicas dentales, ambulancias, instrumental quirúrgico, ecógrafos- tanto para el crecimiento como para la renovación", vendió con una ventaja para sobrellevar mejor la subida impositiva: repercutir el incremento del IVA en las cuotas mensuales a lo largo de todo el plazo de financiación.

También habló de la financiación de proyectos de eficiencia energética que permite ahorros de hasta el 70% en el consumo y pagar las cuotas de un préstamo financiado al cien por cien, y que "aún quede algo" para el empresario.

Para concluir, se les pidió a los contertulios que revelasen qué le pedirían a los nuevos poderes públicos emanados de los pasados comicios y la primera en intervenir fue Carmen Planas, que solicitó una financiación justa para esta comunidad y la eliminación del copago farmacéutico.

Francisco Vilàs reclamó un modelo sanitario mixto público-privado para esta comunidad aunque admitió pesaroso que la propia conselleria de Salud no cree en él "porque todos son hijos de Son Dureta o Son Espases y, además, con nuestra desunión, hemos contribuido al menosprecio que sienten hacia nosotros", lamentó.

Fuster reclamó planificación y políticas claras y una mejor gestión porque insinuó que, "con lo que tenemos, bien gestionado, a lo mejor nos va bien sin una mejor financiación. Y que se nos reconozca el peso que tenemos en las islas. No hablemos de dos sanidades, hablemos de sanidad y salud".

El doctor Rotger pidió a las nuevas autoridades "que nos conozcan. No somos comerciantes de la salud. Tenemos unas empresas que generan empleo, beneficios e industria. Y la sanidad no puede permitirse el lujo de ignorarnos o demonizarnos. Por eso pido que nos conozcan y que sepan cómo trabajamos y que estamos deseosos de ayudar. Así, todo funcionaría mejor", apostilló.

Mercè Soteras suscribió las palabras del propietario de la Rotger asegurando que los dirigentes sanitarios desconocen cómo trabajan y cómo gestionan cuando, ademas, deben buscar el recurso que los haga mejor y más barato. ¿Por qué han de traer un modernísimo aparato de alta tecnología que cuesta millones de euros cuando a lo mejor ya lo tiene la Rotger o la Juaneda?", se preguntó la subdirectora del Hospital de Llevant, para concluir este coloquio sanitario.