La comida celebrada ayer en Felanitx se convirtió en una auténtica rebelión de los alcaldes mallorquines del PP contra José Ramón Bauzá. Un total de 23 de los 25 primeros ediles participantes en el encuentro exigieron la inmediata marcha de Bauzá y el nombramiento de una junta gestora provisional que gobierne el partido hasta el congreso extraordinario. Uno de los más duros fue el alcalde de Palma, Mateo Isern, que aseveró: "Este hombre no puede estar ni una hora más en el partido. No puede ser él quien coja el micro en la investidura".

Isern fue agasajado y abrazado por el resto de alcaldes populares. Fue una muestra clara del afecto que tiene el primer edil palmesano, y enemigo público de Bauzá, entre las bases del PP. Además de Isern, se mostraron bastante duros con la inacción de Bauzá los alcaldes de sa Pobla, Biel Serra; de Campos, Sebastià Sagreras; de Felanitx, Biel Tauler, o Coloma Terrassa de Alcúdia.

Al encuentro acudió Jeroni Salom, presidente del PP de Mallorca y alcalde de Binissalem, quien intentó defender la figura de Bauzá. El resto de ediles le llegaron a recriminar esta defensa. Los 25 reunidos estaban dispuestos a elaborar un documento con todas sus exigencias. Sin embargo, desistieron cuando Jeroni Salom se comprometió a trasladar a Bauzá, punto por punto, las demandas acordadas en el encuentro.

Además de la marcha inmediata de Bauzá, exigieron una fecha clara y "sin trampas" del congreso extraordinario, así como la creación de una junta gestora que conduzca la transición. También exigieron la inmediata vuelta al partido de los ediles apartados por Bauzá poco antes de las elecciones: Tomeu Cifre (Pollença), Joan Simonet (Alaró) y Monserrat Rosselló (Vilafranca).

Después de que Mateo Isern hubiera pronunciado su sentencia: "Este hombre no puede estar ni una hora más en el partido", el primer edil de sa Pobla, Biel Serra, añadió: "Ni un segundo más, es uno de los principales culpables de lo que nos ha pasado". Otro alcalde, muy enfadado con Bauzá, solo tuvo una intervención pero fue de lo más contundente de la comida: "Que se vaya a la m...".

Simonet, Sagreras y Tauler también se mostraron duros y argumentaron que la permanencia de Bauzá en el partido puede perjudicar la conformación de pactos en algunas alcaldías que dependen del PI, como es el caso de la de Felanitx. Creen que su marcha puede aumentar las posibilidades de llegar a acuerdos con el partido de sus excompañeros Jaume Font y Antoni Pastor. En este punto, Mateo Isern preguntó al resto de comensales: "¿Qué puede aportar en estos momentos de positivo su permanencia?". La respuesta de 23 de los 25 dirigentes populares concentrados fue unánime. Coincidieron en que "no aporta nada y perjudica especialmente al partido". La mayoría de los consultados salió satisfecho de la comida porque "se demuestra que el partido está vivo, pese a José Ramón Bauzá".

Duros ataques de Salom

Antes de acudir a la rebelión de alcaldes, Jeroni Salom pasó por los micrófonos de IB3 Ràdio. Allí cargó con dureza contra los que durante cuatro años "han querido hacer sangre de Bauzá y ahora ya la tienen".

También afirmó que algunas actuaciones internas "han supuesto un auténtico ataque en la línea de flotación del partido". No dio nombres, pero todo el mundo sabía que Salom estaba hablando de los alcaldes críticos y en especial de Mateo Isern. El munícipe de Palma relató con detalle en Felanitx, al resto de ediles, la ofensiva del Consolat contra él para que no fuera candidato.

Entre los presentes estuvo el veterano Joan Albertí, alcalde de Fornalutx y presidente de la FELIB, que puede ser el encargado de presidir la gestora del PP.