El Govern carece de dinero para las nóminas en Sanidad -40 millones hasta finales de año- y Educación -más de nueve millones el pasado diciembre-. El mismo ejecutivo impone más que promueve una facultad privada de Medicina en Llucmajor, que devaluará sus activos educativos y sanitarios.

La decisión de patrocinar una facultad privada de Medicina cuando no se pueden satisfacer ni las nóminas, se salda con el despido de un centenar de trabajadores. Los estudios médicos no figuraban en los planes de la universidad a implantar en Mallorca. La iniciativa partió del Govern sin fondos, que además coloca Son Espases al servicio de unos estudios impartidos en inglés por profesores extranjeros, con matrículas de veinte mil euros anuales por alumno. El Govern rechazó la facultad pública.

Sansaloni comparte la falta de fondos con los reproches de los profesionales. El pasado jueves, en una reunión de investigadores en Son Espases, un prestigioso cardiólogo le reprochó la entrega del hospital universitario a intereses privados. La UIB, asfixiada asimismo por los sueldos, no se ha pronunciado sobre un Govern que la está vaciando de competencias turísticas y sanitarias. La estrategia de suprimir trabajadores mientras se privatizan la sanidad y su enseñanza no resolverá los problemas del Govern. El desvío del año pasado en personal ascendió a 60 millones de euros, un diez por ciento superior a la cifra presupuestada.