La consellera de Educación ha aceptado finalmente la dimisión del hasta ahora jefe de Inspección educativa, Antonio González. Le sustituirá Francisco García Moles. El nombramiento llega pocos días después de que trascendiera a los medios la renuncia de González, un abandono que en un primer momento se negó desde la Conselleria cuando Guillem Estarellas aseguró que el responsable de este departamento "continuaba en su puesto".

Efectivamente continuaba en su puesto, como sigue ahora, a la espera de que el relevo sea oficial. González envió una carta a sus compañeros el pasado día 3 de octubre comunicándoles su renuncia. El hasta ahora jefe de Inspección abandona su puesto por discrepencias con la Conselleria, tras una huelga de tres semanas y en medio de toda la polémica por la aplicación del TIL, en la que los inspectores juegan un papel clave. Educación indicó ayer que la renuncia responde "a motivos personales".

Cinco dimisiones, sólo técnicos

De momento el conflicto del TIL ha dejado tras de sí cinco dimisiones, todas de técnicos: la de González, y las de los directores del instituto Ramon Llull, el Baltasar Porcel, el CEIP Sant Jordi y el Berenguer d´Anoia. Otros tres cargos han perdido su puesto pero no por decisión propia: los directores expedientados de Maó.

Las últimas instrucciones recibidas por este departamento les encominan a vigilar si realmente se está aplicando el TIL, después de que sindicatos, la federación de Asociaciones de Padres y la Assemblea de Docents hayan llamado a la desobediencia. Actualmente (después de que en 2012 el entonces conseller Bosch echara a los 17 inspectores accidentales y tras un par de jubilaciones), hay en activo 13 inspectores para comprobar que se cumple la normativa en más de 400 centros educativos. Entre este año y el próximo esta cifra se habrá casi triplicado.

Un concurso cuestionado

Por un lado, sigue en marcha el concuso convocado para incorporar a trece inspectores nuevos. El concurso recibió criticas del Consell Consultiu al pesar más en la evaluación la parte subjetiva que la objetiva y dado que el tribunal era elegido por Estarellas y no por sorteo (García Moles es el secretario de esa comisión). La asociación de inspectores ADIDE ha anunciado que lo impugnará.

Ya hay una lista provisional con los 25 candidatos que han cumplido con la puntuación exigida. En esta lista hay muchos de los inspectores destituidos por Bosch, con una antigüedad de más de 20 años, además de nombres como Gabriel Timoner (actual director del Instituto para la convivencia y el éxito escolar) o Felip Munar, el que fuera director del desmantelado Servei d´Ensenyament en Catalá (SECAT).

Además Educación tienen previsto convocar oposiciones a inspector con lo que la cifra de estos profesionales casi se triplicará. Hace más de una década que no se convocan oposiciones para este cuerpo profesional.

Defensor de "la lealtad a la Administración"

Francisco García Moles es licenciado en Ciencias de la Educación y diplomado en Profesorado de Enseñanza General Básica. Hace 22 años que trabaja como inspector, labor que ha desempeñado en Menorca, Mallorca y Madrid, donde supervisó la formación del profesorado ante la implantación del bilingüismo. Es el único inspector que no forma parte de ninguna de las dos asociaciones existentes (ADIDE y ANIE). La semana pasada publicó un artículo en este diario en el que señaló que su deber es cumplir con sus funciones a partir de la Constitución, el Estatut y las leyes vigentes; partiendo de los principios de autonomía, responsabilidad y "lealtad y buena fe con la Administración, superiores, compañeros y ciudadanos".