La doctora Cecilia Amato, del servicio de urgencias de la Red Asistencial Juaneda, advierte de que la práctica de inhalar alcohol (los famosos ´oxy-shots´ prohibidos hace un par de veranos) pueden provocar neumonías y, si el consumidor tiene antecedentes de asma, incluso crisis de esta enfermedad. "El etanol, cuando se inhala, pasa completamente a sangre y lo hace de manera más rápida y, además, no pasa por el metabolismo hepático. Por vía vaginal y anal, la mitad del alcohol que se ingiere pasa a la sangre. Sin embargo, por la vía tradicional, al tener alimento en el estómago que actúa como freno, llega al torrente sanguíneo bastante menos alcohol de lo que se bebe en realidad", apunta la doctora del servicio de urgencias, que añade que por estas dos últimas vías el alcohol también evita el trámite hepático, lo que lo hace más dañino.

La facultativa afirma que estas transgresoras formas de beber vienen importadas de Estados Unidos y Reino Unido donde, abreviadamente, ya son conocidas por las siglas AWL (Alcohol Without Liquid). "Aparte de ser unas prácticas perjudiciales para la salud, sobre todo las instilaciones sobre los ojos, tienen los mismos efectos secundarios que el consumo tradicional: emborrachan y un consumo continuado puede llegar a provocar alcoholismo e incluso una cirrosis", alerta por último la doctora Amato.