La Escuela Balear de Administración Pública (EBAP) ha organizado un curso de "Problemática de los animales de compañía. Protocolos de actuación" para enseñar a policías locales a gestionar posibles agresiones de mascotas a personas, después de que en 2011 se registraran 1.300 casos en Baleares.

El curso, organizado en colaboración con el Ayuntamiento de Palma y el Centro Sanitario de Protección Animal de Son Reus, tendrá lugar los días 12 y 13 de junio y en él se abordará la Ley de protección animal y el Reglamento que la desarrolla, ha informado la Conselleria de Administraciones Públicas en un comunicado.

Los agentes aprenderán los protocolos de actuación en el caso de agresiones por animales de compañía, la inspección de viveros, residencias, comercios y centros de acogida, el abordaje de los animales exóticos y los métodos de captura, o las tortugas marinas y cetáceos heridos y varados y sus protocolos de actuación, entre otros asuntos.

Uno de los ponentes del curso será el veterinario Ramón García, que explicará los protocolos de actuación en el caso de agresión por un animal de compañía y que considera esencial que los policías sepan cómo abordar estos casos porque en los últimos años se ha incrementado mucho el número de mascotas, así como los problemas de convivencia y los abandonos.

García ha remarcado que si bien no hay veterinarios en todos los municipios, sí que hay policías locales, por lo que es necesario que los agentes conozcan "tanto desde el punto de vista jurídico como práctico, el tema de los animales de compañía y los problemas que pueden generar".

El veterinario ha informado de que el año pasado se produjeron unos 1.300 incidentes o agresiones de animales a personas, "la mayoría de perros, con más de mil, y un 10% de gatos, aproximadamente".

Una gran parte de las agresiones se producen en el ámbito doméstico y, generalmente, por cuestiones relacionadas con el comportamiento animal como la competencia territorial o de jerarquía y no porque la mascota esté enferma, pero García ha remarcado la importancia de seguir el protocolo y descartar una patología contagiosa.

Ante una agresión, los veterinarios estudian al animal, comprueban que no está enfermo y, sobre todo, que no tenga rabia, y lo ponen en cuarentena durante unos 20 días bajo vigilancia, período en el que debe mostrar síntomas si padece dicha enfermedad.

García ha explicado que en España la rabia fue erradicada "hace más de 60 años" y la mayoría de los animales domésticos están vacunados, pero ha advertido de la necesidad de "continuar la vigilancia y seguir los protocolos, ya que puede haber animales que no estén controlados porque se han introducido de contrabando, de manera irregular".

"El año pasado tuvimos que vacunar seis personas contra la rabia, cuatro por mordeduras de perros que tuvieron lugar fuera de España y dos por mordeduras de murciélago", ha detallado.