No es una protesta de la ´Generación Ni-Ni´ ni una concentración de ´perro-flautas´. Es una acampada de ciudadanos indignados con el actual sistema político. Sus objetivos: buscar una democracia "auténtica y representativa"; cambiar el sistema electoral; acabar con el bipartidismo y, sobre todo, expresar el descontento generalizado. Moverse, gritar, hacer ruido y, según reza su borrador de manifiesto, "acabar con la miseria económica y la miseria personal de los políticos".

Los jóvenes encabezaron la protesta y son los que la han movido en diferentes ciudades de España a través de Facebook y Twitter, pero los más mayores no son ajenos a lo que reivindican y se acercan a darles su apoyo.

Así se vio ayer en la #acampadapalma, que se montó en la Plaza de España el pasado martes. La primera noche congregó a unas 45 personas, que durmieron al raso, en esterillas y sin tiendas, ya que la Policía Nacional les había advertido de que no podían montar tiendas. Y no las montaron, aunque no por ello el campamento es menos vistoso con un rincón de reciclaje, una biblioteca popular (Indignaos, de Hessel entre los títulos) e incluso una horca en la que reza: "Políticos y banqueros, hagan cola".

La noche fue dura, reconocía Carlos, un acampado que explicaba que ahora intentaban ampliar la protesta, poniéndose en contacto con trabajadores afectados por Expedientes de Regulación de Empleo y comités de empresas. "Hay que movilizar a todo el mundo: trabajadores, parados, jubilados...". Paquita, una mujer de 62 años que subsiste gracias a los servicios sociales y de alquilar dos habitaciones de su casa, se acercó y le interrumpió: "¿Qué es esto? ¿Un club de ciudadanos cabreados? ¡Apúntame!". Paquita quiere "un cambio de gobierno radical" porque "estamos al borde del abismo".

"Los que somos más mayores necesitamos de vuestra valentía, moveos", escribía Caterina Jaume, de 60 años, en una pancarta. Esta mujer con dos hijos considera "criminal" lo que están haciendo los políticos con el futuro de unos jóvenes que no tendrán "ni trabajo, ni casa, ni pensión". Otra señora desconfiaba: "Mira qué pintas tienen, seguro que no tienen ni trabajo"; una chica le replicaba: "¿No entiende que precisamente por eso protestan?".

Mientras, los manifestantes celebraban su primera asamblea del día y repasaban el trabajo de las diferentes comisiones, desde la de comunicación (han abierto un blog: acampadapalma.wordpress.com) hasta la de desalojo, porque la posibilidad de que les echen está ahí. De momento desde Delegación de Gobierno les han informado de que no han presentado el permiso a tiempo, si bien no han prohibido la concentración. La asamblea decidió ayer que presentarán un recurso y mostró su determinación a aguantar, como mínimo, hasta el domingo electoral. Asimismo, condenaron el "violento desalojo" de sus compañeros en Granada y prohibieron el consumo de alcohol "para no desvirtuar la protesta".

Desde el lado de los políticos, el socialista Francesc Antich expresó su "respeto" a la protesta; PSM-IV-ExM envió su "apoyo" y la popular Maria Salom la achacó al "desánimo" que causa el paro. Por su parte, Eberhard Grosske, de Esquerra Unida, anunció que si la Junta Electoral Central prohíbe la concentración, EU cambiará sus últimos dos días de campaña.