Joan Font se ha convertido en el aspirante del PSM-IV-ExM para hacerse con la presidencia del Consell de Mallorca en una legislatura en la que el control del déficit va a seguir limitando la capacidad de actuación de las Administraciones públicas, según admite.

—¿Qué motivos tiene un residente en Mallorca para votar a su coalición cuando parece que el partido ya está decidido en favor del PP?

—El motivo es bien simple y es una cuestión de convicción: el partido aún no está decidido. En pasados comicios ya hemos visto como las encuestas luego no se cumplían porque en Balears los márgenes que hacen que la balanza se incline en favor de un partido o de otro son muy pequeños. El éxito de la izquierda va a depender de que seamos capaces de que los votantes se movilicen frente a la derecha y ante la corrupción que protagonizaron PP y UM.

—Salió el tema de la corrupción. ¿La izquierda no se ha relajado demasiado pensando que esos escándalos garantizaban su victoria y finalmente se ha visto arrollada por la crisis económica?

—Han pasado muchas cosas durante esta última legislatura. La corrupción desgasta, como desgasta la crisis económica, el tener que gobernar en minoría o ponerse a los funcionarios en contra. Lo que ha sucedido es que el Pacto ha intentado sacar el carro adelante sin pensar en las futuras elecciones.

—Un empresario isleño me comentaba recientemente que no sabía si le preocupaba más la derecha con sus excesos o la izquierda con su inoperancia.

—La Administración es una maquinaria muy lenta por los controles que existen a la hora de gastar el dinero público. Lo que le pasa a la derecha es simplemente que se salta esos controles. Pero es cierto que es un tema que se debería arreglar, de forma que se gane en agilidad sin perder en seguridad. Uno de los grandes problemas del Consell durante esta legislatura ha sido precisamente la lentitud con que se han pagado las facturas y las subvenciones, por encima que la escasez de fondos.

—Vamos al programa electoral. ¿Qué modelo de carreteras defienden? Porque no han sido capaces de ponerse de acuerdo con sus socios del PSOE a la hora de poner en marcha el proyecto estrella de la Vía Conectora.

—En mi opinión, lo que ha pasado con la Vía Conectora es que los técnicos de carreteras le han marcado un gol a la presidenta Francina Armengol, y ahora cuesta dar marcha atrás. Nosotros siempre hemos defendido que la Vía Conectora sea una carretera convencional desdoblada, como la de Manacor, que es lo que inicialmente habíamos pactado con los socialistas. Y no somos contrarios a actuar en la red viaria de la isla, en temas como los accesos a Palma para poner fin a los atascos, o con una pequeña prolongación de la autopista de Llucmajor, a lo que se puede sumar la mejora de nuestra red secundaria respetando su carácter, o la construcción de nuevas variantes que saquen el tráfico pesado de las poblaciones. Pero pienso que es necesario revisar el plan de carreteras, dado el fuerte impulso que durante esta legislatura se ha dado al transporte público.

—El Consell ha apostado estos últimos años por los Servicios Sociales. ¿La crisis nos va a dar por fin un respiro o habrá que seguir haciendo esfuerzos en este campo?

—La crisis no nos va a dar un respiro todavía, y queda mucho por hacer. Es importante seguir desarrollando la Ley de Dependencia y hacen falta más plazas para mayores en los centros de día, que son el futuro en lugar del ingreso en una residencia.

—Aboga por una nueva revisión del Plan Territorial de Mallorca. ¿Más inseguridad jurídica en esta materia?

—Si hay algo que me preocupa es el potencial de crecimiento que se sigue dando en el urbanismo de la isla, y hay que buscar alguna herramienta para reducirlo. Pero es verdad que hay que hacerlo rápido para que todo el mundo sepa lo que se puede hacer. Pienso que la apuesta es la rehabilitación de la enorme cantidad de viviendas vacias que hay en Mallorca, en lugar de seguir creando nuevos espacios urbanizables.

—Ustedes defienden la Televisión de Mallorca frente a las pretensiones de otras formaciones políticas de cerrarla

—En mi opinión, es la más plural, objetiva y austera de las televisiones públicas. El problema es que el modelo del PP es el los medios de comunicación en manos privadas y al servicio del poder, como sucede en Valencia o en Madrid.

—¿Será posible abaratar la tasa de basuras?

—PP y UM blindaron la concesión de Tirme hasta 2040, y ese es realmente el gran problema de Mallorca. La única salida que veo es recuperar esa concesión, aunque podría resultar aún más caro. Pero habrá que sentarse con Tirme para intentar encontrar una salida, aunque tengo pocas esperanzas.

—¿El gran enemigo de las Administraciones seguirá siendo el déficit público?

—Vienen unos años muy complicados para el sector público. El gran pecado que todos cometimos es que durante los años de vacas gordas gastábamos más de lo que ingresábamos, y con la crisis eso se ha hecho insostenible. Así que no nos queda más remedio que desarrollar políticas de austeridad, dando prioridad a la sanidad, la educación y los servicios sociales. Todo lo demás tendrá que esperar.