La vía de cintura de Palma va a suponer una experiencia piloto a la hora de rebajar la contaminación acústica. A partir del lunes, el tramo existente entre el puente de Gènova y la autopista de Andratx va a tener limitada la velocidad máxima a 80 kilómetros por hora, pero a esta medida se van a ir sumando otras en el futuro, entre las que se destaca la de rebajar en el resto de este vial el citado límite hasta los 100 km/h.

El director insular de Carreteras, Ernesto Santamaría, afirma que estas actuaciones forman parte del plan que está a punto de aprobarse para rebajar los impactos acústicos que se generan en la red viaria. Y el punto más conflictivo en este aspecto es, sin lugar a dudas, la vía de cintura.

El primer paso se va a dar aprovechando la decisión del Gobierno central de recortar, de momento con carácter provisional, la velocidad máxima a la que se puede circular en España de 120 a 110 kilómetros por hora. Tras analizar esta situación con los responsables de Tráfico en la isla, se ha optado por aplicar la primera iniciativa en el punto en la que la contaminación acústica es más molesta para los vecinos que viven en las proximidades debido a la configuración de los terrenos: el tramo de la vía de cintura entre el túnel de Gènova y la autopista de Ponent. A partir del lunes estarán instaladas las nuevas señalizaciones que advierten que la velocidad máxima queda fijada en 80 km/h. Y se trata de un recorte con carácter permanente para ese kilómetro y medio de vía

Y en breve se pondrá en marcha otra de las medidas acordadas: el tercer carril que se está terminando de construir va a ser dotado de un asfalto fonorreductor. Se trata de capa de rodadura más porosa que limita el ruido que genera la circulación de los vehículos.

Pero si con carácter inmediato se pondrán en marcha estas actuaciones, en el medio plazo hay previstas bastantes más. Y la más llamativa es la de convertir la vía de cintura en un eje de velocidad limitada a 100 km/h en el resto de su trazado. Según el director insular de Carreteras, hay dos factores que acentúan la contaminación acústica, como son el número de vehículos y su velocidad máxima. Y a las dos de la madrugada, un coche circulando a 120 km/h resulta enormemente más molesto que si lo hace a 100, subraya.

Además, en este vial se van a multiplicar las pantallas acústicas en las zonas con viviendas a pocos metros, ya que muchas de ellas son antiguas y su insonorización es más deficiente. También se irá extendiendo paulatinamente el asfalto fonorreductor, y se cerrarán las ventanas existentes en el falso túnel de Gènova.