Que nadie piense en un "tsunami" de turistas, bromeó ayer el director de la Oficina Española de Turismo en Berlín, Manuel Butler. No habrá una ola gigante en verano pero sí un retorno a las cifras previas a la crisis, coincidieron ayer Butler y su homólogo de Londres, Ignacio Vasallo, durante las jornadas organizadas por la Federación Hotelera de Mallorca. Las buenas sensaciones previas a la Navidad, alentadas por un recorte de los precios hoteleros, se han visto engordadas con la inestabilidad de los países árabes.

Los titulares de las tres oficinas del ministerio de Industria, Turismo y Comercio invitadas –Londres, Berlín y Moscú– llegaron a Mallorca con buenas noticias. Butler sostiene que la demanda germana superará los niveles de 2008. Por su parte, Vasallo desveló que España ha ganado cuota en el Reino Unido (+3%) por primera vez desde el año 2007 y, así, ha conseguido aglutinar el 33% de los viajes contratados por los británicos.

De confirmarse las proyecciones de los tres intervinientes, la temporada alta se caracterizará por un fuerte empuje del todo incluido, el éxito de las aerolíneas de bajo coste y la ausencia de ofertas de último minuto por parte de los hoteleros, dando lugar a un aumento en el margen de beneficio.

La libra juega a favor

Las reservas de viajes en Inglaterra crecieron en las cinco semanas posteriores a la Navidad un 13%, detalló el director de la Oficina Española de Turismo en Londres. Los anglosajones vuelven a los países vacacionales de la zona euro por dos razones esenciales: la revalorización de la libra y la subida de la Air Passenger Duty –el alza de esta tasa por pasajero supone un sobrecoste de 280 libras para una familia de viaje a Egipto, frente a las 48 libras en el caso de España–.

No obstante, de los tres mercados analizados ayer, el británico es el que "más dudas ofrece", acotó el secretario general de Turismo, Joan Mesquida, quien inauguró las jornadas junto a la consellera Joana Barceló. Las dudas de Mesquida emanan de "las medidas de ajuste fiscal" establecidas por el gobierno de David Cameron. "Los recortes sociales han repercutido directamente en la renta disponible, lo que implica una pérdida de poder adquisitivo", abunda.

Respecto al mercado alemán, las reservas durante diciembre superaron el 21% para Balears, nueve puntos por encima de la media española, confirmó Manuel Butler, quien no dispone de datos correspondientes a enero. "Este porcentaje será difícil de mantener en los meses sucesivos porque los alemanes han comprado con antelación", matizó.

La buena marcha de la economía alemana está avalada por los datos del Commerce Bank, que pronostican una escalada del gasto de las familias en turismo en un 3%, según indicó Mesquida. El incremento de la demanda del mercado germano hacia el Mediterráneo, precisó Butler, contrasta con la situación de 2009 y 2010 y, se espera, que llegue a superar los niveles de 2008.

De cristalizar la cascada de buenos indicadores, Balears podría alcanzar los 4 millones de viajeros alemanes y los 3,4 millones de británicos, números que se consiguieron en 2008 según los datos de la encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur). En definitiva, supondría el aterrizaje de entre 700.000 y un millón más de visitantes extranjeros más.

"Seguir a lo nuestro"

Joan Mesquida y la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, Marilén Pol, quisieron enfriar los ánimos, encendidos ante el presumible desvío de clientes procedentes de Egipto y Túnez. "Tenemos que seguir a lo nuestro y no desviarnos de los grandes retos: mejorar las infraestructuras, el posicionamiento en marketing, el servicio, la tecnología y, en definitiva, la calidad", adujo Mesquida. Por su parte, Pol reclamó "prudencia y mesura" ante estas perspectivas y recordó que parte de los flujos de visitantes son "prestados" de los dos países sumidos en conflictos políticos.