La agencia tributaria de Balears ha emitido un informe, incorporado en el sumario del caso Palma Arena, en el que se analiza la actividad económica personal del ex president del Govern, Jaume Matas, y de su esposa Maite Areal. El inspector tributario que suscribe el informe llega a la conclusión de que el matrimonio Matas no puede justificar el origen de 322.000 euros que abonó en metálico, tanto en compras de joyas, como en el pago de los profesionales que trabajaron en la reforma de su "palacete" de la calle San Felio. Este dinero, según el informe, no sólo no se ha declarado como ingreso anual, sino que se desconoce de dónde ha podido cobrar estas cantidades el ex ministro de Medio Ambiente. Parte de estas cantidades se ingresaron en metálico en las cuentas bancarias a nombre de Matas y su mujer, pero no se sabe quién lo hizo.

Este informe ha sido elaborado por la agencia tributaria a petición del juez Castro, y se entregó el día antes de que Matas fuera a declarar en el juzgado para justificar el incremento de su fortuna personal y por su actuación en el proceso de construcción del velódromo de Palma. Por tanto, cuando se firmó este estudio aún el ex president no había reconocido que estaba percibiendo "dinero negro", no declarado a Hacienda, por el alquiler de un local comercial. Aún así, entre las cantidades que afirma que ha recibido en metálico por este alquiler, la cifra no encaja con el dinero que su mujer ha abonado en efectivo por la compra de productos de lujo y por el pago de facturas durante el proceso de reforma de su lujosa casa.

La inspección tributaria se limita al análisis de la actividad económica del matrimonio Matas-Areal del periodo fiscal entre 2004 y 2008. Un posible fraude tributario cometido con anterioridad habría prescrito. Matas presentó su declaración anual en Hacienda durante los años 2004 a 2007. Pero al año siguiente, cuando ya había abandonado la política, ya no tributa en España. Alega el ex president que era residente fiscal en Estados Unidos, lo que ha impedido a los inspectores tributarios determinar cuánto dinero percibió por su trabajo en el extranjero. Sólo figura el ingreso de más de 20.000 euros que le abonó un despacho de abogados de Madrid que realizó trabajos para el Govern Matas.

Analizado año por año, en el 2004 Matas declara ingresos oficiales que alcanzan los 100.111 euros, pero a través de su cuenta bancaria se gestionan gastos que alcanzan la cifra de 121.487 euros. El inspector tributario señala que en esta cuenta han entrado 23.000 euros en efectivo, que no se corresponden con ingresos declarados. Más o menos lo mismo ocurre el año siguiente, en el que Matas percibe 80.632 euros de su cargo como president del Govern, pero durante los doce meses abona a través de su cuenta 91.301 euros. Existe por tanto una diferencia entre ingresos y gastos de 9.669 euros. Este año en su cuenta entran 11.000 euros en metálico que no se corresponden con ningún ingreso declarado.

En el año 2006 la situación cambia, entre otros motivos porque fue cuando vendió su casa de Cas Català y solicitó el préstamo de 600.000 euros por la compra del "palacete" de la calle San Felio. Durante este periodo fiscal coincidirían los ingresos con los gastos.

En el año 2007 la inspección tributaria refiere que Matas ingresó en su cuenta corriente unos pagos mensuales que le estaba pagando la ex consellera de su Govern, Aina Castillo, que le había alquilado un piso en las Ramblas de Palma. Castillo pagó a su jefe político 15.600 euros en un solo año, pero Matas no menciona estos ingresos en su declaración de Hacienda.

Una situación parecida se produce en Maite Areal. Por ejemplo, en el año 2004 la mujer recibe 44.377 euros, pero a través de su cuenta abona 70.531 euros. Le ingresan en metálico 15.000 euros. Al siguiente ocurre lo mismo, pero en esta ocasión Areal declara menos dinero como rendimientos del trabajo, pero gasta más de lo que gana. Ese año su marido le ingresa por transferencia varias cantidades importantes en su cartilla.

Al margen de estos ingresos oficiales, existen una serie de pagos en metálicos que el inspector tributario señala que ni Matas ni su esposa pueden justificar su procedencia. Se trata de los abonos en metálico que se realizaron durante el periodo investigado y que alcanzaron la cifra de 322.748 euros. El informe concluye que esta cifra de pagos es muy superior a los ingresos que ha percibido la pareja.