–¿Estaría a favor de una consulta soberanista como la de Cataluña?

–¿Por qué no? Yo no le tengo miedo a estas cosas.

–Para las próximas elecciones, ¿prefiere que el PSM concurra en solitario o con los socios del Bloc?

–Hay que esperar acontecimientos y ver lo que somos capaces de ceder los distintos componentes. Confío en los responsables de llevar al PSM a buen puerto.

–Que en el PSM no tengan casos de corrupción, ¿es porque están bendecidos por un santo o que los fiscales no les han metido mano?

–El día que salgan casos de corrupción, seré la primera en marcharme. Estoy segura de que no seré la última. En el PSM no estamos tocados por casos de corrupción, simplemente, porque no somos ni corruptos ni presuntos. Podemos equivocarnos en procesos administrativos o en la gestión, pero no le veo a mi partido capaz de hacer lo del Consorci per al Desenvolupament Econòmic de les Illes Balears (CDEIB) [empresa pública dependiente de la conselleria de Josep Juan Cardona en la pasada legislatura y gestionada por Antònia Ordinas, conocida por la caja del Cola-Cao].

–Cuando usted llegó a la Conselleria y levantó las alfombras, ¿se quedó perpleja?

–Todavía estoy perpleja. La trama de presunta corrupción del CDEIB es de unas dimensiones inimaginables. Las cosas se tienen que contemplar en su justa escala. Me sigue escandalizando porque, si esto tuvo lugar en una de las empresas públicas con uno de los presupuestos más bajos de la Comunidad Autónoma... ¡Y con el poco pudor que se hizo y la prepotencia! Yo no vine aquí a levantar alfombras. El tema era tan evidente que sin destapar nada, afloraba. Había 30.000 euros de gastos de representación sin justificar.

–El ex conseller Cardona no pudo darse por no enterado.

–Evidentemente, encubrir un delito es un delito. Lo que más me preocupa es saber si la Administración será capaz de recuperar el dinero que se ha perdido. Hay que luchar para que se reintegre el dinero de los ciudadanos, por eso nos hemos personado.