La Conselleria de Medio Ambiente ha detectado pérdidas de 33 millones de metros cúbicos de agua potable en las redes de conducción de los municipios de Baleares, cifra que equivale al cinco veces la capacidad del embalse del Gorg Blau y que supone el 23 por ciento de toda el agua suministrada en las islas.

Se considera pérdida la diferencia entre el agua extraída de los distintos puntos de suministro y el agua que finalmente se factura, según ha explicado la Conselleria de Medio Ambiente en un comunicado.

El conseller de Medio ambiente, Miquel Àngel Grimalt, y el director general de Recursos Hídricos, Isidre Canyelles, han presentado hoy las medidas previstas por el departamento autonómico para la detección y reducción de pérdidas a las redes de agua potable de Baleares.

La Conselleria de Medio Ambiente subvencionará la reparación de fugas por parte de los municipios, mediante convenios con los consells insulares.

En la primera convocatoria, se concederán 2,5 millones de euros en ayudas, para financiar hasta el 50 por ciento de proyectos de reparación de fugas y hasta el 75 por ciento de los estudios de diagnstico y control.

La convocatoria establece como prioridad fijar mecanismos de control, principalmente contadores intercalados en la red que puedan establecer comparativas del volumen de agua suministrada y válvulas que permitan dividir la red en sectores para detectar y tratar las fugas, así como disponibilidad de telemática para tratar todos estos datos.

La instalación de mecanismos de control permitirá realizar un diagnóstico de la situación de la red de forma concreta, al determinar qué pérdidas hay y dónde se producen, y evaluar las actuaciones y obras necesarias.

Los datos de la Conselleria indican que los lugares con mayores fugas están todos en Mallorca e Ibiza, con pérdidas de más del 50 por ciento de toda el agua extraída en zonas de los municipios de Ariany, Campanet, Esporles, Felanitx, Mancor de la Vall, Muro, Sóller, Sant Josep de sa Talaia y Santa Eulària del Riu.

En Menorca y Formentera no se registran pérdidas superiores al 50 por ciento.

Hay pérdidas inferiores al 10 por ciento en áreas de Felanitx, Manacor, Petra, Puigpunyent, Sant Llorenç, Santanyí, Sencelles, Sant Antoni de Portamany, Santa Eulària del Riu, Formentera, Alaior, Ciudadela y es Migjorn Gran.

Medio Ambiente considera que el control de las pérdidas es una medida "absolutamente fundamental" para llevar a cabo una gestión sostenible de los recursos hídricos.

Los últimos datos disponibles, de 2006, indican que ese año se perdieron en las cañerías 33 millones de metros cúbicos de agua, el 23 por ciento del total suministrado.

En Mallorca, de los 111,5 millones de metros cúbicos suministrados se perdieron 26,3 millones, aproximadamente un 23 por ciento. En el caso concreto de Palma, recibió 42,8 millones de metros cúbicos, de los cuales perdió 7,7 millones, un 18 por ciento.

Menorca recibió 14,1 millones de metros cúbicos, de los cuales perdió 3 millones, un 22 por ciento.

Ibiza recibió 14,5 millones de metros cúbicos y perdió 3,4 millones, un 23 por ciento.

Formentera recibió 548.000 metros cúbicos, de los cuales perdió 60.000, un 11 por ciento.

El conseller Grimalt ha destacado que estos niveles de pérdidas no son asumibles para una sociedad avanzada, basada en el desarrollo sostenible. Ha indicado que con los 33 millones de metros cúbicos que se pierden, se podrían resolver muchos de los problemas actuales de suministro.