El mes de agosto ha sido totalmente atípico en el turismo balear, con precios severamente recortados para poder atraer clientes y al ser el mes vacacional por excelencia, algún resultado dio esta práctica. No obstante septiembre se está yendo completamente al traste porque los descuentos no logran activar el mercado. Las reservas están paralizadas desde hace veinte días, según confirman los empresarios.

En agosto, hoteles de tres estrellas llegaron a aplicar tarifas de 18 euros diarios por media pensión, un cifra que está muy por debajo de la mitad de lo que correspondería en estas épocas, sobre unos 45 o 50 euros. Los 18 euros no eran generalizados pero en septiembre sí que se ha extendido el descuento de hasta la mitad del precio de contrato, según confirman varias fuentes hoteleras.

El balance del verano "es catastrófico" con caídas de la ocupación de hasta 20 puntos, comenta el presidente de los hoteleros de Portocolom, Juan Esteva. Las reservas llegan "de hoy para mañana" y así no se puede planificar.

En Palmanova-Magaluf habrá una pequeña recuperación el 10 de septiembre, pero muy fugaz. Las ocupaciones apenas alcanzan como mucho el 65 por ciento, dice el portavoz hotelero Joan Espina.

Tras el mal agosto, septiembre será regular en las playas de Capdepera, comenta el presidente hotelero Juan Massanet.

La Colonia de Sant Jordi es una zona "donde en septiembre y octubre es temporada alta desde hace 40 años", señala el responsable de los empresarios turísticos Pau Bonet. Sin embargo este año la actividad finalizará pronto por la baja ocupación. Los precios "están entre un 30 y un 50 por ciento por debajo de lo que correspondería".

Pau Bonet pide "que se dé de baja a aquellos hoteles que crucifican los precios. Debe implantarse nuevamente el control de precios y aplicar una tarifa mínima de contratación para evitar que la calidad de la industria hotelera siga depreciándose".

A la vez, el presidente de los hoteleros de Colónia de Sant Jordi reclama al Govern "que se haga una inspección en toda regla para controlar los niveles de calidad de los hoteles".

En Cala Moreia y S´Illot "estamos con ocupaciones del 20 o 25 por ciento", resalta el empresario Jaime de Juan, quien cree que de esta forma no se puede continuar operando en septiembre porque las tarifas son bajas y generan pérdidas.

Algunos hoteles han comenzado a dar vacaciones a sus trabajadores para reducir el impacto que tiene la falta de actividad.