La economía balear sigue manteniendo un ritmo de crecimiento a pesar de la crisis que asola el mundo occidental. Las previsiones optimistas que tenía el conseller de Economía, Carles Manera, a principios de año, y que situaban el progreso del PIB balear para este año en un 2,8 por ciento, han debido ser recortadas, pero Manera ayer situó la cifra en un 1,6 por ciento positivo.

Este año acabará por tanto con un nuevo aumento de la producción económica en las islas, y el próximo seguirá el mismo rumbo aunque con una cifra más modesta, el 0,8 por ciento.

Carles Manera se mostró optimista porque estos datos contrastan con la previsión de recesión que existe para el conjunto de España.

El responsable de la economía balear tiene perspectivas positivas, basadas en datos concretos, como el caso de la morosidad, que cifra en un 2,4 por ciento, "pero durante la crisis 1991-1993 se llegó hasta el 10 por ciento, por lo que ahora nos encontramos con índices tolerables".

La confianza, fundamental

Carles Manera ha dejado claro que "está faltando confianza para un mayor desarrollo de la economía, y la confianza es una pieza clave, crucial".

Además, anunció que el próximo año, el Govern balear asumirá el liderazgo de la economía, "para que el sector público sea la palanca que estimule el crecimiento".

El conseller presentó ayer datos de coyuntura sobre distintos aspectos de la realidad económica internacional, española y local. Las cifras muestran el desplome sin paliativos que está teniendo la construcción, con una bajada de visados del 52 por ciento y un descenso de la ocupación laboral del 14 por ciento.

La industria también baja su actividad en un 5,5 por ciento, pero el turismo mantiene sus niveles de producción, lo que permite una evolución al alza de toda la economía. Hay una estabilización de las pernoctaciones, los turistas y la estancia media, y se mantiene también el mercado laboral.

Un dato importante que presentó es el de los precios e ingresos hoteleros, que han ido "claramente en aumento durante este año", a la vez que el gasto de los turistas también sube.