"No tengo trucos y no considero relevante mi trabajo". Con esa humildad y sencillez inició ayer Toni Nadal en el Club Diario de Mallorca su particular interpretación de como se fabrica un número uno del deporte mundial. Aspecto que distingue al galardonado como mejor deportista del año 2010, su discípulo y sobrino, el tenista Rafel Nadal. Un pupilo "obediente" y "buen chico" al que su maestro destaca que desde un principio le inculcó disfrutar de "la ilusión por su trabajo, saber estar y tener sentido común".

Toni Nadal confesó que –tras no ser capaz de finalizar en Barcelona las carreras universitarias de Historia y Derecho– se dedicó de forma casual a ejercer como entrenador de tenis, no por vocación. Y destacó en todo momento que a su sobrino le impuso "la ilusión por hacer lo que a uno más le gusta, saber estar y sentido común" desde el primer momento que se decidió que quedaba en sus manos el proyecto de convertir en tenista profesional a un niño de Manacor de 11 años de edad.

Eso sí, el ´Tío Toni´ entiende y no duda en admitir que se equivocó en el alto grado de esfuerzo que exigió a su pupilo en sus entrenamientos de un principio, siendo apenas un niño, especialmente cuando él mismo precisa que "sabía que la posibilidad de que Rafel se convirtiese en tenista profesional era muy pequeña".

"El sentido común es básico para saber en todo momento lo que haces y porqué lo haces. Para tocar con los pies siempre en el suelo y hacer las cosas lo más simples posibles", razonó Toni Nadal sobre los esfuerzos para que ese aspecto se convirtiese en uno de los pilares de la formación como persona de su sobrino.

Espíritu de lucha diario

A la hora de referirse a la ilusión por el trabajo y dedicarse a lo que uno le gusta, Toni Nadal destacó que resultó básica para el deportista cuando la familia decidió que la vida de Rafel, ya a muy corta edad, se enfocaría a convertirlo en un tenista profesional. "Nos marcamos objetivos a diario y semanales. Un espítitu de lucha a diario que siempre contemplaba la meta de luchar por convertirse en un buen jugador de la ATP", desvela Toni Nadal.

De la misma forma, el tío del mejor deportista español de todos los tiempos incluyó en su discurso que la educación recibida por Rafel Nadal "es un aspecto clave y uno de los pilares de sus éxitos deportivos y sociales". "Con educación y corrección todo es más posible y se recibe más estimación. No creo en ir pisando a la gente", precisó el entrenador del líder del ránking internacional de la ATP y vigente campeón olímpico.

Saber aguantarse

La capacidad de "saber aguantarse y sufrir" son aspectos a los que Toni Nadal desveló haber prestado especial atención a la hora de entrenar y forjar a su sobrino. "De niño ya se tuvo que acostumbrar a aguantarme a mí, que era un tío difícil. Y es desde un principio tienes que saber que las adversidades siempre forman parte de la vida, si no siempre terminas buscando culpables", destacó.

Pata Toni Nadal la capacidad de sufrimiento es un aspecto que distingue a su sobrino y a los grandes campeones. "Yo siempre se lo digo, que si fuese fácil el campeón sería yo y no él", bromeó.

"Rafa no siempre es positivo y en esas ocasiones es cuando le recuerdo que debe aguantar para marcar diferencias, esforzarse y siempre exigirse más, si quiere ganar", destaca el entrenador. Un técnico que asegura que desde un principio solicitó y recomendó a su sobrino "hacer siempre buena cara". "Muchas veces es más importante y decide más la actitud que la aptitud", destaca.

Despertó su admiración

Toni Nadal recordó que en un principio se provechó de que "Rafel era un niño muy inocente": "Le hice creer que yo había ganado varios Tours, que era un gran tenista y que había jugado en el Milán y que como futbolista me llamaban Natali, que era mago y que incluso era capaz de hacer llover".