La directora de un hotel de la Playa de Palma acudió desesperada el viernes a la Comisaría de la Playa de Palma. Un niño de dos años, cliente del establecimiento, se había atragantado y no podía respirar. Agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar y, al ver al pequeño inconsciente y sin respiración, le realizaron la maniobra Heimlich para desbloquearle las vías aéreas. El menor reaccionó y rompió a llorar, pero fuera de peligro.