Antonio Cortés, de 35 años, confesó el martes ser el autor del brutal asesinato de su prima Remedios Cortés, de 32, y madre de sus cuatro hijos. El miércoles, durante la reconstrucción del crimen, aportó todo lujo de detalles de la brutalidad empleada para matar a Reme. La víctima murió tras una lenta agonía en la que la golpeó con piedras, le clavó un destornillador y la mató al aplastarle el cráneo con una piedra de gran tamaño.