La tubería de suministro principal de agua de la zona ha quedado dañada y ha dejado a 10 pueblos sin agua corriente. Una intensa tormenta que descargó hasta 200 litros por metro cuadrado en la cabecera del Río Seco provocó la riada. Los vecinos limpian sus casas de barro y lodo. En algunas viviendas el agua alcanzó los dos metros de altura.