Tras el aviso en 2015 de la primera detección de una onda gravitacional, la física menorquina Alicia Sintes fue clara: «Se abre una nueva ventana para conocer el universo».

En estos ocho años y medio se han analizado 90 detecciones (y otras tantas están aún pendientes de publicar) y los científicos se hallan en medio de «una revolución sobre los conceptos que teníamos sobre el cosmos». Y Balears está formando parte activa en esta revolución desde su origen a través de la UIB y en concreto del grupo GRAVITY, que ha tenido un papel clave en la última detección anunciada, que ha sido considerada «excepcional».