El antiguo cuartel militar se ha convertido en la última parada de muchas de las pateras que llegan a Mallorca, a la espera ser destruidas.
Entre las embarcaciones pueden encontrarse enseres de los migrantes como chaquetas o chalecos salvavidas.
El antiguo cuartel militar se ha convertido en la última parada de muchas de las pateras que llegan a Mallorca, a la espera ser destruidas.
Entre las embarcaciones pueden encontrarse enseres de los migrantes como chaquetas o chalecos salvavidas.