"Eran las cinco menos cuarto de la mañana cuando me despertó un ruido extraño, como un ronquido muy fuerte. Pensaba que se trataba de una pesadilla pero volví a oírlo", comienza el relato Pilar, la madre de Álex.

Llamaron inmediatamente a los servicios de emergencia sanitarios del 061. Afortunadamente tanto el padre Antonio como el hijo menor tenían conocimientos de la maniobra de reanimación cardiopulmonar que son vitales para garantizar no sólo la vida del paciente sino para que no salga de la parada con daños neurológicos ireversibles.