Con su hija recién nacida en brazos, Ahmed entra en la sala de incubadoras. Una sala, con más bebés que incubadoras. Este es el único hospital de Gaza que ofrece servicios neonatales. “Mi hija enfermó por vivir en la tienda de campaña después de nacer. Lleva 12 días en una incubadora por un virus” nos cuenta Ahmed. La necesidad de este tipo de cuidados es cada vez mayor. Pero los equipos son mínimos. Aquí enfermedades se propagan más rápido. Toda una amenaza para los más pequeños, que luchan por hacerse un hueco en un mundo en guerra.