Casi un centenar de ballenas piloto quedaron varadas en aguas poco profundas a unos 150 metros de una playa al suroeste de Australia. 51 de ellas murieron. Profesionales y voluntarios intentan ahora llevar a las otras 46 mar adentro para salvarles la vida. Estos cetáceos de aleta larga son muy sociables y este tipo de varamientos son frecuentes en Australia y Nueva Zelanda. Según los expertos en vida silvestre podrían deberse al estrés, a alguna enfermedad, errores de navegación o cambios repentinos en las mareas.