Tensión en la sede de la antigua televisión pública griega. Los antidisturbios rodean el edifico. Llegaron ayer por la tarde con una orden de desalojo. Dentro, los trabajadores que no se han resignado al cierre decretado por el gobierno en junio pasado con el argumento de los recortes impuestos por la troika. Durante cinco meses han emitido vía internet y esta noche han sido desalojados. La antigua directora de la televisión está indignada. "Es como si nos hubiera violado, dice. Me niego a que me echen de la que ha sido mi casa". Otros antiguos trabajadores de la tele pública griega dicen que el desalojo en mitad de la noche ha sido un acto fascista. En la calle cuentan con el apoyo de sindicalsitas y polítcios de la oposición al gobierno del conservador Antonis Samarás y juntos se han enfrentado a la policía.