Marian García, enfermera cuyos diez últimos años estuvo en cuidados paliativos, coordina el equipo de siete personas que están tejiendo que Palma sea una ciudad compasiva. Las ciudades compasivas nacieron en 2015, creadas por el profesor Allan Kellehear. Su fundamento es ser una comunidad atenta a los vecinos en situación de soledad no deseada, enfermedad avanzada o en el final de vida o duelo.

Palma se suma a las que ya existen en otras ciudades de España como Vitoria Gasteiz, Pamplona, Madrid o Sevilla.