Dice Dios, y dice bien, que "el ser humano es lo que come". En estas fiestas navideñas entrañables, hasta los españoles en ERTE pueden disfrutar de un banquete digno de un epidemiólogo, fácil de inyectar y que entusiasme a los otros cinco covidados, porque los menús de vacunas arrasarán en las cenas navideñas.