Acaba de cumplir 36 años, está considerado uno de los hombres más atractivos del planeta, pero no le preocupa el paso del tiempo. "No le tengo ningún miedo", afirma, "No hay crisis ni temor a perder la belleza o la juventud. Eso se va, pero llegan otras cosas. Otros atractivos, tanto en los hombres como en las mujeres. Ellas quizá llevan más a rajatabla lo de cuidarse. El varón se apalanca con más facilidad, pero quiero subrayar que hay muchos que entrenan, que les gusta el deporte y que espantan, a la edad que sea, el fantasma de la barriguita".

Actor reciente: "siempre quise intentarlo y no acababa de decidirme por miedos y prejuicios". Los personajes que ha interpretado hasta ahora, en la película 'Fin', o en la serie 'B&b', al lado de Belén Rueda, aprovechan su buena percha. En la última encarna a una estrella asediada por los paparazzi, "algo que conozco muy bien".

El modelo español más internacional nació en Tossa de Mar (Girona), rodeado de mujeres: "Mi madre, mis cinco tías, mis dos hermanas y un montón de primas. Mi universo original fue extraordinariamente femenino, y eso hace que me entienda muy bien con ellas; que las comprenda con facilidad. Otra cosa es que nos pongamos de acuerdo en todo, claro".

Para él, hombres y mujeres son tan diferentes que podrían provenir de distintas galaxias. "Pero eso no es algo negativo. Para empezar, porque los estados físicos por los que atraviesan ellas en el transcurso de un solo mes, nosotros no los podemos ni imaginar, pero además no vemos el mundo igual; el varón es más determinado; busca su objetivo y se centra en él. Ellas tienen una visión más global del entorno. El hombre es ´a corto plazo´; la mujer ´a largo´".

Piensa que también hay diferencias entre los géneros a la hora de encarar las cosas del querer, "pero mucho menores. Se centran en la forma de manifestar el amor. La mujer es más romántica y tiende a idealizarlo. Pero hay hombres que hacen lo mismo. Distingo más entre culturas. El amor no es igual para los italianos que para los japoneses, que ni se tocan en público".

Le encanta la sensualidad femenina, "algo en lo que nos llevan mucha ventaja. Al hombre le cuesta mostrarla; incluso los modelos masculinos". Digiere peor, sin embargo, los cambios de tercio del otro género. "Ese paso de estar de maravilla a todo lo contrario me descoloca y siempre me pregunto lo mismo: ¿Qué ha pasado? Y ¿por qué ahora?", remata entre risas.