- "Enterramos a mi madre un sábado al mediodía. Hacía un sol espléndido". ¿Un cuento en doce palabras y un resumen de la experiencia de vivir?

- Ojalá sea todo eso. Uno no sabe si esa luz se ríe de tu desgracia ignorándola o si te está consolando. La agridulzura de esa situación es la temperatura anímica de este libro.

- Ante tamaño hecho trascendente, ¿uno puede reír?

- El humor no es un pasatiempo para momentos ligeros, sino un ejercicio de defensa ante el dolor. El humor acerca de lo que ya es divertido es una redundancia.

- ¿El peso de ser una gran esperanza literaria paraliza?

- Los futbolistas tienen un tópico sorprendentemente sabio: "Lo importante es el próximo partido". Plantear la literatura en términos de carrera te distrae del próximo texto. La presión o el pánico se me juntan en el momento de publicar, no de escribir.

- Pasa de un novelón como ´El viajero del siglo´ a los relatos, ¿por desengrasar?

- No me gusta enfocar el libro de cuentos como un descanso del novelista. Me gusta entrar y salir de los géneros. La costumbre y la escritura son cosas opuestas.

- ¿Mantiene una distancia, altiva o no, con los escritores que ganan el Planeta?

- No sería honesto, porque he ganado el Alfaguara. Nunca he dado importancia a si un libro tiene premio. La pregunta es si has escrito para un premio y yo jamás lo he hecho, ni he escrito nunca un libro por encargo.

- ¿Qué sensación tiene en las librerías al ver tanta novela de género?

- Escribí El viajero del siglo para cometer un atentado contra la novela histórica, porque incumple todas las reglas de esta. La novela histórica tradicional no me interesa en absoluto. Ahora bien, tampoco creo que haga ningún daño. Las librerías no pueden vivir solo de la literatura pequeña. Me parece hipócrita criticar los tochos best seller.

- Las Constituciones nadie las consulta, dice. En la vigente en España aparece hasta el derecho al trabajo. ¿Es la Carta Magna una forma de lírica?

- Tal como va el tema la Constitución se está convirtiendo en literatura fantástica. En cualquier caso, la inconstitucionalidad parece el estado natural de la política. Lo trágico no es que la Constitución no esté superada, sino que no hemos llegado a ella.

- ¿´El hacedor´ de Fernández Mallo es un éxito posmoderno o un vil plagio?

- Nadie plagia y pone al plagiado en el título. Lo que hay es un homenaje a la estructura del libro de Borges.

- ¿La sección de contactos es la que más le interesa de los periódicos?

- Me fascina como ejercicio de micronarrativa. Y me gusta la paradoja de tanta gente sola junta en la misma página: todo el mundo apretado y sintiéndose solo, una imagen muy de la soledad urbana.