En el principio fue la Iglesia y a ella parece que vuelven los ojos los hermanos Castro: Fidel y Raúl, que por primera vez desde el triunfo de la revolución, han permitido la apertura de un seminario católico en Cuba. No sólo eso. El presidente de Cuba asistió el miércoles junto a miembros de su Gobierno y religiosos a la inauguración del centro, el primero construido en la isla en más de medio siglo.

¿Sembrarán los Castro de seminaristas "su" isla. Los hermanos parecen cada vez más reconciliados con sus orígenes. Ambos estudiaron en colegios religiosos y asimilaron, a buen seguro, las enseñanzas del fallecido erudito José María Patac de las Traviesas, el jesuíta que fue profesor de ambos y que propinó en su día un cachete al díscolo Fidel, aunque maestro y pupilo llegaron a mantener a lo largo de los años un gran aprecio mutuo.

Y en esas, y en el siglo XXI, el Estado cubano y la Iglesia Católica marcaron un hito en sus relaciones con la apertura del primer seminario de nueva construcción en la isla. Ubicado a 17 kilómetros al sureste de La Habana, el nuevo edificio que albergará el seminario San Carlos y San Ambrosio comenzó a construirse en el año 2006, si bien su primera piedra fue bendecida por el fallecido Papa Juan Pablo II al término de su histórica visita a Cuba en enero de 1998.

Atrás quedaron los tiempos en los que la Iglesia católica fue perseguida. En 1961, el régimen cubano expulsó a un obispo y 131 sacerdotes e intervino los colegios católicos y los centros asistenciales de salud donde prestaban servicio religiosas. En 1963, de 800 sacerdotes católicos sólo quedaron en activo en la isla unos 200, tras la expulsión de los primeros 131 y la salida posterior por "propia voluntad" de 470.

Y es que la Revolución liderada por Fidel Castro se proclamó "socialista" aunque más tarde el Estado pasó a calificarse "ateo", hasta que en 1992 esa definición fue sustituida en la Constitución por la de "laico".

La edificación se ha levantado en una parcela de 22 hectáreas de los terrenos de una finca no urbana situada a las afueras de La Habana. La Iglesia ha financiado toda la obra con donaciones realizadas por personas, comunidades, e instituciones católicas internacionales

De estilo sencillo y funcional, el nuevo seminario tiene forma de herradura y comprende cuatro edificios para estudiantes de Teología y otros cuatro para los de Filosofía, donde se ubican las aulas y dormitorios de los seminaristas. Entrará en funcionamiento en enero de 2001.