-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿ Fraga y usted demuestran que entre dos gallegos puede haber más distancia que entre un gallego y un español?"

-Fraga no es gallego, sino oriundo del Noroeste. Forma parte de la historia de España en Galicia, y no de la historia de Galicia.

-Durante un año fueron amigos.

-Dialogamos, pero regresó a la caverna. Traicionó sistemáticamente lo que acordamos porque es un gran cobarde, soberbio con los de abajo y servil con los de arriba.

-¿El 'Prestige' no afloró a la superficie hasta el 14-M?

-Galicia es una nación sin Estado, y con el Prestige desaparece el segundo y emerge la autoorganización. El 14-M se trasladan a las urnas los efectos acumulados de la indignación popular con el aznarismo, que era un retorno al franquismo sin Franco.

-Sin embargo, su BNG defrauda en las últimas generales.

-No salimos rápidamente tras los atentados, desaprovechamos la oportunidad de convertirnos en referente. La ciudadanía votó contra el PP, y el PSOE recoge ese descontento.

-Utiliza usted su poder de seducción.

-No tengo las claves de mi atractivo, salvo con mi mujer. Mi manera de ser se debe a que nací dos veces. Cuando volví a hacerlo, en 1982 y después de tres años en el infierno interior, lo hice libre, sin respetos humanos ni miedo al qué dirán.

-¿Esa desinhibición le impulsa a golpear su escaño con un zapato, cual Kruschev?

-Me serví de un truco mediático, porque una imagen vale más que mil palabras. Ya me habían echado tres veces del parlamento. Por cierto, gané el recurso.

-¿En qué momento pensó usted que podría presidir la Xunta?

-Nunca antes había dicho esto, pero yo renuncio a presidir la Xunta en 1982, cuando renazco y, en lugar de la solución simple de entrar en Esquerda Galega, me implico en la creación del BNG.

-También en el BNG alimentó su sueño.

-Fue así entre 1997 y 1999, después del sorpasso al PSOE, que hizo lo imposible para que los ciudadanos no dispusieran de una alternativa de izquierdas. Después, veo que es imposible, y renuncio a la candidatura.

-¿En qué percibe usted que Balears es más rica que Galicia?

-Lo es en renta, pero mucho menos en recursos económicos. Galicia no es pobre, sino empobrecida.

-¿La sucesión en un partido es tan complicada como en una Familia Real?

-Puede ser tan difícil como en una dinastía, si el partido tiende a la oligarquía y a la autocracia. Que se lo pregunten al PSOE de González. En España hay una tendencia acusada al caudillismo.

-Usted identifica al BNG más que González al PSOE.

-Soy un referente enormemente fuerte del BNG, y eso no se correspondía con mi poder de primus inter pares, en una dirección colegial. Ahora hacemos un relevo suscitado por mí mismo.

-¿Cómo reaccionará si, paseando por Mallorca, se encuentra con el Rey?

-Lo saludaré como ya he hecho dos veces, también tuve una relación fluida aunque ocasional con el Príncipe. El Rey no es mi enemigo, pero la monarquía es un anacronismo.

-Si Galicia se independiza, yo pierdo mi cuota gallega.

-Cuando Maragall anuncia el federalismo asimétrico, habla de una realidad plurinacional, donde conviven España, Galicia, Euskadi y Cataluña. Si me respetan la nación gallega, puedo ser ciudadano del estado español. Véase la Confederación Helvética o Gran Bretaña, donde no es lo mismo ser inglés que británico.

-Mi Galicia es Valle-Inclán, ¿soy irrecuperable?

-Muy recuperable, porque la actual Xunta es La Corte de los milagros. Si tu Galicia fuera la peste Fraga, serías "no recuperable", como dice Sartre al final de Las manos sucias.

-Señor compostelano, ¿cuál es la capital de Galicia?

-Santiago, sin duda, y no por compostelano. En la época romana era Lugo -Lucus Augustus-, pero la capitalidad sólo la discute el coruñesismo de Paco Vázquez, ya es curioso que en esto se haga cantonalista.

-¿Se citaría con ETA en Perpiñán?

-No soy tan ingenuo, conozco los métodos de ETA a través de mis amigos del PNV, y especialmente de Arzalluz. Si Carod se hubiera asesorado con ellos, jamás habría cometido ese error.

-Los mallorquines perfeccionamos al gallego de la escalera.

-Tú sabrás mejor que yo si es cierto o no.

-Ya ni los marxistas creen en Marx.

-Yo soy marxista porque soy inteligente.