Una aerolínea le ha prometido ya al Ministerio de Fomento que bajará su tarifa a los residentes. Sin detallar el nombre de la compañía en cuestión ni los términos del pacto alcanzado, el ministro José Blanco subrayaba ayer en el Senado que el acuerdo es solo un primero paso, aunque de zancada larga y dirección decisiva: "Creemos que esto va a introducir elementos de competitividad que van a arrastrar a otras compañías", argumentaba el ministro, en respuesta a las preguntas del senador mallorquín más activo en esta materia, el representante del PSM-EN Pere Sampol.

El 26 de septiembre el ministro ya se había comprometido durante un mitin socialista en Palma a negociar con las aerolíneas para acabar con el "oligopolio" que hace que "sea más barato viajar de Mallorca a la Unión Soviética [sic., por Rusia] que de Eivissa a Madrid". Pero pasado un mes este periódico constató con las propias compañías que Fomento ni siquiera se había puesto en contacto con ellas, inacción que ha dado paso en los últimos días al acuerdo con al menos una aerolínea.

Quizá por ello Blanco se mostraba ayer menos beligerante con el sector aéreo, hasta el punto de contradecir sus tesis: el "oligopolio" que hace un mes encarecía las tarifas se transformaba ayer a ojos del ministro en un sector competitivo que, gracias al Gobierno Zapatero, ha bajado sus precios un 20% desde el año 2005, con un aumento del 11% en las frecuencias desde Palma. "Las cifras demuestran que el precio medio ha descendido de los 49,5 euros por trayecto en 2005 a los 40,5 euros en 2009. Y eso a pesar del aumento del coste de la vida", decía el ministro gallego.

Sampol le recordaba no obstante a Blanco que los baleares pagan de media por kilómetro de vuelo "un 52% más" que los usuarios del resto de la península, hecho detallado en un informe elaborado por el Govern y adelantado por este diario. Pero según Blanco, ese sobreprecio documentado por el Govern amigo de Antich, no es tan grave: "Volar desde La Palma [sic., en referencia a Palma] a Barcelona cuesta 83 euros, mientras que viajar de Madrid a Barcelona en AVE sale por más de noventa", argumentaba Blanco.

Solo que en Mallorca no hay AVE, advertía el senador del PSM, que por ello reclamaba al ministro de Fomento que cumpla su promesa de entregar antes de final de año un nuevo modelo de gestión aeroportuaria que permita a Balears utilizar sus aeropuertos para generar actividad económica y mejorar el servicio que reciben sus ciudadanos. "Podríamos por ejemplo combatir la estacionalidad incentivando rutas fuera de temporada con Illes Balears", argumentaba Sampol. Aunque Blanco no parece dispuesto a ir tan lejos como para dejar la gestión en manos del Govern. Matizaba por ello que su preocupación no es tanto que los aeropuertos tengan un gestión autonómica como que logren ser "autónomos". "El objetivo es una gestión autónoma que haga de la competitividad y la competencia herramientas al servicio del aeropuerto y de la comunidad", defendía el ministro, que abría la puerta a la participación en la gestión del Govern pero también de capital privado y "de administraciones como los consells y las cámaras de comercio". Todo con la intención final de que los aeropuertos baleares sigan integrados "en el sistema de red" actual: es decir, terminales más autónomas pero igualmente controladas desde Madrid por una AENA semiprivatizada.

El debate en el Senado abordaba además una cuestión candente para Mallorca: el alto coste del transporte de mercancías, un 33% más caro que en el resto del país, según recordaba Sampol con un informe de la Cámara de Comercio en la mano. "Las Balears son las únicas islas del Mediterráneo que no cuentan con rutas de mercancías consideradas públicas, y por tanto con límites máximos de precio y con mínimos de frecuencias", razonaba Sampol. El ministro eludía el debate del servicio público, pero se sacaba un as de la manga: "Hemos formulado una consulta a la Comisión Europea para conocer la viabilidad, requisitos y posibilidades de establecer ayudas directas al transporte de mercancías". Canarias ya disfruta de esas ayudas desde hace años, por eso en 2011 recibirá de Fomento 37 millones en ayudas al transporte, frente a los 3 que beneficiarán a Balears.