Zoología

Las ranas les guiñan el ojo a los machos elegidos para el apareamiento

Hasta ahora se creía que sólo los primates y los gatos domésticos podían comunicarse mediante el parpadeo

Las ranas observadas en los momentos previos al apareamiento.

Las ranas observadas en los momentos previos al apareamiento. / Fang Zhang et al. / Current Biology, 2024

N+1/T21

Un curioso estudio ha descubierto que las ranas les guiñan el ojo al macho para indicarle que le gusta. En respuesta al parpadeo, el macho lanza repetidamente un grito entrecortado y salta junto a ella para aparearse.

Los zoólogos han descubierto que las ranas chinas Odorrana tormota parpadean ante los machos con los que quieren aparearse.

En estos anfibios, muchos pretendientes suelen responder a la llamada ultrasónica de apareamiento de una hembra.

Una vez elegido uno de ellos, la hembra mira en su dirección y parpadea con frecuencia, y el macho, a su vez, emite una serie de sonidos bruscos y se sube a su pareja para fertilizar los huevos que ella ha puesto.

Como se señala en un artículo de la revista Current Biology, la capacidad de comunicarse mediante el parpadeo se conocía anteriormente sólo en humanos, primates no humanos y gatos domésticos.

Comportamiento exclusivo

Los animales parpadean para humedecer y aclarar sus córneas. Sin embargo, los humanos y algunos primates no humanos han aprendido a utilizar este movimiento para comunicarse con sus familiares.

Los gatos domésticos (Felis catus) se comportan de manera similar: parpadean lentamente cuando quieren demostrar a su dueño que se sienten cómodos y dispuestos hacia él.

Sin embargo, este método de comunicación no se había observado previamente en otros grupos de animales.

Forma de comunicación

Un equipo de zoólogos dirigido por Fang Zhang, de la Universidad Normal de Anhui, pudo demostrar que no sólo los primates y los gatos domésticos pueden comunicarse mediante el parpadeo.

Los investigadores se centraron en las ranas Odorrana tormota, que viven a lo largo de las orillas de los arroyos en las provincias chinas de Anhui y Zhejiang.

Los machos de estos anfibios croan en el rango ultrasónico para demostrar que están dispuestos a aparearse y defender su territorio de los competidores.

Las hembras (en esta especie son notablemente más grandes que los machos) también emiten señales ultrasónicas en respuesta. Así, informan a las posibles parejas que pronto empezarán a poner huevos.

Elección de pareja

La llamada de la hembra atrae a numerosos machos, que superan en número a las hembras en la población unas diez veces.

Fan Zhang y sus coautores plantearon la hipótesis de que, en tales condiciones, la hembra debe tener una forma de notificar a un macho específico que quiere aparearse con él.

Para probar su hipótesis, los investigadores observaron a la rana en su hábitat natural y observaron que, durante la temporada de reproducción, las hembras de estas ranas ocupan la cima de una piedra claramente visible cerca del arroyo y emiten llamadas de apareamiento, cambiando la posición de su cuerpo dependiendo de las señales de respuesta de los machos.

Apareamiento

Al darse cuenta de la presencia de parejas potenciales, la hembra se queda en silencio o comienza a emitir chirridos silenciosos.

Durante sus observaciones, Fan Zhang y sus colegas observaron el modo de apareamiento (amplexo) y una fertilización exitosa del óvulo tres veces. En los tres casos, la hembra miró al macho elegido antes de aparearse y le parpadeó a un ritmo de 4,02 veces por minuto (a modo de comparación, el ritmo de parpadeo anterior era de 0,33 veces por minuto).

El macho, en respuesta al parpadeo de la hembra, lanzó repetidamente un grito entrecortado, tras lo cual se subió a la espalda de su compañera para aparearse.

Comprobación

Para comprobar si el parpadeo de la hembra de rana sirve realmente como señal para los machos, los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos en el laboratorio.

Primero, observaron 72 grupos de ranas, compuestos por una hembra y dos machos. En los 30 grupos donde se produjo amplexo, el 73,3 por ciento de las hembras parpadearon al menos un ojo. Al mismo tiempo, en 42 grupos donde no se produjo amplexo, sólo el 33,3 por ciento de las hembras parpadearon. Veintiocho hembras que no lograron aparearse la primera vez tuvieron un segundo intento. En 15 casos terminó en amplexo exitoso.

Los autores notaron que las hembras que lograron aparearse por segunda vez parpadearon con más frecuencia durante el segundo intento que durante el primero.

Respuesta masculina

En el siguiente paso, Fan Zhang y sus coautores probaron la respuesta de los machos al parpadeo de parejas potenciales. Los investigadores expusieron a 25 machos que eligieran entre dos pantallas, cada una de las cuales mostraba vídeos de hembras, pero sólo una de ellas parpadeaba.

Trece machos prefirieron a las hembras que parpadeaban y sólo uno prefirió a la que no parpadeaba (otros cuatro individuos estaban interesados en ambos estímulos y siete se negaron a elegir).

Normalmente, después de que la hembra en la pantalla parpadeara varias veces, el macho de prueba saltaba en su dirección; sin embargo, al menos algunos machos estudiaron cuidadosamente ambas pantallas antes de tomar una decisión.

Comprobado

Los resultados del estudio demuestran que las ranas hembra O. tormota utilizan el parpadeo para indicarle al macho elegido que está lista para aparearse con él. Esto le permite establecer contacto con una pareja cercana en condiciones en las que muchos machos compiten por una hembra. Los autores admiten que otras especies de anfibios sin cola pueden también comunicarse mediante el parpadeo.

Referencia

Female frogs communicate with males through blinking. Pan Chen et al. Current Biology, volume 34, issue 5, pr191-r192, March 11, 2024. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2024.01.023