Geofísica e Ingeniería Sísmica

España está en tiempo de descuento para un terremoto de magnitud similar al de Marruecos

El sur de la Península Ibérica está asociado al mismo proceso tectónico que originó el sismo de Marrakech

Vivienda destruida por el terremoto en Marruecos

Vivienda destruida por el terremoto en Marruecos / Khaled Nasraoui/Dpa

Belén Benito y Amadeo Benavent

España está en tiempo de descuento para un terremoto de magnitud similar al que acaba de vivir Marruecos, con posibilidad de centenares de muertos. Las fallas del sur y sureste de la Península Ibérica están asociadas al mismo proceso tectónico en el que se enmarca el terremoto reciente de Marruecos, pero no se están tomando las suficientes medidas preventivas para minimizar el riesgo existente.

Belén Benito y Amadeo Benavent (*)

En España podemos esperar terremotos de magnitud entre 6.5 y 7, sobre todo en las fallas del sur y sureste de la Península Ibérica, asociadas al mismo proceso tectónico regional en el que se enmarca el terremoto reciente de Marruecos: el choque de placas Euroasiática y Africana.

En la Cordillera Bética, que se extiende 600 kilómetros por el sur-sudeste de la Península Ibérica, hay un buen número de fallas capaces de generar terremotos de magnitudes similares a las que acabamos de ver en Marruecos. Si esos terremotos tienen foco superficial y se localizan próximos a poblaciones, entonces podrían ser letales.

Aunque en España la vulnerabilidad no es tan elevada como puede serlo en Marruecos, tenemos muchos edificios construidos en los años 60 o anteriormente, sin normas sísmicas o con normas sísmicas muy antiguas, que se sabe que son muy vulnerables y que tienen una probabilidad muy alta de colapsar en caso de un sismo severo. Tal vez podríamos hablar de centenares de muertos, dependiendo de la exposición.

Normativa cuestionada

Los científicos estamos esperando desde hace tiempo un sismo en España de magnitud similar al que acaba de vivir Marruecos, por lo que es muy importante adoptar medidas preventivas eficaces.

Sin embargo, hay un tema polémico en este momento, que es la revisión de la normativa sismorresistente española actual, que, aunque es del 2002, está totalmente obsoleta y es incompleta: no regula, por ejemplo, cómo rehabilitar sísmicamente estructuras existentes para prepararlas frente a un sismo severo.

En Europa hace ya tiempo que los países sustituyeron sus normas nacionales para el proyecto de estructuras por el conjunto de normas europeas comunes denominadas Eurocódigos.

España todavía no lo ha hecho, a pesar de que los Eurocódigos son un paquete integrado de normas mucho más completas, coherentes y seguras que las nacionales.

Uno de los motivos que han llevado a otros países europeos a adoptar directamente el conjunto de Eurocódigos es el problema sísmico. Es el caso por ejemplo de Portugal, que derogó toda su normativa estructural nacional y adoptó el conjunto de Eurocódigos fundamentalmente para preparar sus estructuras frente a terremotos fuertes.

Los Eurocódigos son las normas europeas que especifican cómo se debe realizar el diseño estructural dentro de la Unión Europea (UE).

Los Eurocódigos son las normas europeas que especifican cómo se debe realizar el diseño estructural dentro de la Unión Europea (UE). / UE.

Sin embargo, la Administración española está actuando en una dirección totalmente equivocada y muy peligrosa que puede poner en riesgo la vida de las personas. Está tramitando una nueva norma sísmica que es una temeridad porque es una copia parcial de una parte de la normativa europea, pero de la que se han eliminado 435 referencias esenciales a otras partes del conjunto integrado de Eurocódigos y las ha sustituido por el vacío o por normas españolas que son distintas a las europeas.

El resultado es un proyecto de norma sísmica que está lleno de incoherencias, indefiniciones y lagunas de seguridad.

En los últimos meses ha habido un rechazo muy fuerte a esta propuesta de norma sísmica por parte de asociaciones que representan a más de 80.000 ingenieros, catedráticos y profesores de Universidad, de profesionales arquitectos e ingenieros y de grandes empresas de consultoría de estructuras, que piden que se adopten en España de una vez por todas, por remisión directa e íntegramente, el conjunto de los eurocódigos estructurales.

Antecedentes preocupantes

Esta homologación normativa con Europa para que nuestras estructuras puedan tener el mismo nivel de seguridad que el resto de países europeos es, si cabe, todavía más importante porque desde el siglo XV hasta nuestros días, periodo en que se tiene un reporte completo de sismicidad histórica, hemos tenido de media dos sismos destructores por siglo, con la excepción del siglo XX, en el que no se produjo ningún sismo catastrófico, lo que ha hecho perder la conciencia del riesgo.

En el siglo XXI ocurrió el terremoto de Lorca, que fue moderado, de magnitud 5,1, y por una confluencia de factores causó nueve víctimas mortales y cuantiosos daños materiales y colapsos, incluso en estructuras proyectadas con la normativa sísmica vigente en España. Ese terremoto dista mucho de ser el máximo que cabe esperar en el sur y sureste de España.

Tiempo de descuento

¿Por qué? Porque si tenemos en cuenta que al aumentar un grado la magnitud, la energía se multiplica por 30, un sismo de magnitud 6.5 a 7 es casi 900 veces mayor que el de Lorca de 2011 en términos de energía. Sin querer ser alarmistas, pero sí realistas, tenemos un riesgo sísmico nada despreciable en España y hay que prepararse para afrontarlo.

Hay que tener en cuenta que el último sismo grande y destructor tuvo lugar en 1884. Fue el terremoto de Arenas del Rey (Granada), conocido como terremoto de Andalucía, de magnitud estimada en torno a 6,8. Ese sismo causó más de 1.000 muertos y desde entonces no se ha producido ningún evento de magnitud similar en España, a excepción de dos muy profundos que no han causado daños. Por tanto, han transcurrido 140 años sin un gran terremoto, cuando en promedio hemos tenido dos por siglo. Podría decirse que estamos en tiempo de descuento.

¿Cómo podemos prepararnos?

Ante esta situación, el desconocimiento o la falta de consciencia nos hace más vulnerables. Si queremos evitar la catástrofe, hay que adoptar medidas preventivas y estas deben implantarse antes de que ocurra el sismo esperado.

Entre estas medidas figuran, en primer lugar, el adoptar íntegra y directamente la normativa europea, que entre otras cosas regula cómo hay que reacondicionar las estructuras existentes para prepararlas frente a sismos severos (la norma sísmica español actual no lo hace) y garantizar unos niveles de seguridad en el proyecto sismorresistente como en el resto de Europa.

En segundo lugar, y en paralelo, hay que realizar los planes municipales de emergencia ante el riego sísmico que garanticen una acción rápida y eficaz en caso de terremoto, y que identifiquen las edificaciones y zonas más vulnerables de las ciudades. En tercer lugar, la Administración debe poner en marcha actuaciones que estimulen la rehabilitación sísmica de los edificios, vía subvenciones, campañas informativas etc.

No esperemos al Dia D

Nuestro mensaje es “no esperemos al día D”,  sino que pongamos todos los medios a nuestro alcance para que el terremoto que va a ocurrir no sea una catástrofe.

Hay que tener en cuenta que el terremoto es un fenómeno natural, pero que la catástrofe no es natural. Esta puede evitarse con adecuadas medidas preventivas y de actuación inmediata después del evento. El terremoto de Marrakech, que tanto daño y desolación ha causado en el país vecino, debería ser un aviso para minimizar este riesgo en España y en cualquier otro país con riesgo sísmico.

(*) Belén Benito es Catedrática de Geofísica en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), especialista en riesgo sísmico. Amadeo Benavent es Catedrático de Estructuras en la Universidad Politécnica de Madrid, especialista en ingeniería sísmica.