Hoy hace aproximadamente 2 años que vine a Dinamarca. Aún recuerdo ese día al subirme al avión en Mallorca en manga corta y ver que me esperaban 11 grados en Copenhague. No sabía muy bien qué esperar, si me gustaría el trabajo o la ciudad, si conocería a gente o me sentiría solo y decidiría volver en unos meses. Recuerdo que a la llegada fue el único momento en el que me sentí fuera de lugar. Fue durante la primera semana. Una de las ventajas que tuve es que vine solo, sí, aunque eso pueda parecer malo, creo que es lo mejor. Al sentir que estás en un sitio completamente solo, y que tus amigos/familiares más cercanos están a miles de kilómetros, hace que te esfuerces en conocer gente, eso fue lo que hizo que después de las primeras semanas ya me sentía un poco como en casa.

Después de dos años hay una cosa de la que me arrepiento y es de no hablar danés. Un problema, y a la vez una ventaja, de Dinamarca es que todo el mundo habla inglés, eso implica que puedes vivir aquí sin saber una palabra de danés. Pero vivir no es lo mismo que estar integrado. Sin saber danés al final te relacionas más con gente internacional. Después de seis meses de ir a clases decidí dejarlo, es un idioma difícil y no me sentía motivado para seguir. Ahora voy a intentar retomarlo.

Pasado este tiempo sé que hay cosas que me gustan pero también cosas que no. Me encanta la ciudad, el trabajo, que la gente sea educada y se respeten las normas, el nivel de vida, poder ir por la ciudad en bici, el buen tiempo en verano. Pero también hay cosas como el frío, la oscuridad. Es difícil hacer amigos daneses, la gente es mucho más independiente (eso puede ser bueno pero también malo). La mala experiencia que he tenido con mi piso al tratar con casero/fontanero/cristalero...

Pero si vuelvo la vista atrás y me preguntas si volvería a hacerlo, la respuesta es absolutamente "Sí", ha sido la mejor decisión de mi vida. Solo por la experiencia de vivir en otro país, hablar inglés y tener la experiencia de empezar de cero en otro sitio completamente nuevo, me da la seguridad de saber que puedo vivir en cualquier parte del mundo.

Muchas veces me preguntan si voy a volver pronto a Mallorca, la respuesta es, de momento no. Copenhague aún tiene demasiadas cosas que me gustan.

* De Alaró, es ingeniero en Electrónica Industrial y trabaja en una empresa tecnológica danesa.

A 2.386 kilómetros de Mallorca.