El suntuoso búnker del Pablo tras los humildes muros de La Soledat

La abigarrada decoración con estuco de mármol rosa y una piscina en pleno barrio de la lujosa mansión del capo de La Soledat contaba con un túnel subterráneo de 30 metros para huir en caso de redada

Un guardia civil se adentra en el túnel bajo la mansión del Pablo.

Un guardia civil se adentra en el túnel bajo la mansión del Pablo. / GUARDIA CIVIL

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Un drástico contraste se registra en la lujosa mansión de Pablo Campos Maya, más conocido por el Pablo, el indiscutible capo de la droga de La Soledat. Los muros de su aparentemente humilde vivienda de la calle Teix no hacen presagiar la abigarrada suntuosidad que se esconde tras sus paredes. Mientras en el interior la decoración se basa en estuco de mármol rosa, un pequeño jardín alberga una piscina. En el subsuelo, un túnel excavado de 30 metros se ha habilitado para una pronta fuga en caso de redada.

Agentes de la Guardia Civil junto a la piscina de la casa del Pablo.

Agentes de la Guardia Civil junto a la piscina de la casa del Pablo. / GUARDIA CIVIL

La operación Jaque Mate, iniciada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Baleares, había descubierto las conexiones entre el clan de Los Valencianos y el Pablo en La Soledat. Estos, a su vez, mantenían fluidos contactos con el enlace del cártel colombiano del Loco Barrera. Eduardo José L.M. era su persona de confianza en Europa y traía la droga a través de Portugal. Una parte de la cocaína y otra estaba destinada a Mallorca. Una parte, presuntamente, iba a parar a las manos del Pablo.

Escapatoria en caso de redada

La tercera fase de la operación Jaque Mate contemplaba el asalto a la lujosa vivienda del Pablo. Después de una intensa jornada matinal, los numerosos efectivos desplegados de la Guardia Civil, incluidos los refuerzos del Grupo de Acción Rápida (GAR) y la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) irrumpieron en el deslumbrante inmueble.

El intenso contraste entre el sobrio exterior y el ostentoso interior sorprendió a propios y a extraños. En el colmo de los dispendios, el Pablo había instalado un ascensor par subir a la segunda planta. No obstante la mayor sorpresa aguardaba bajo tierra. Pablo Campos Maya, actualmente en prisión, había mandado excavar un túnel para escapar sin ser detenido en caso de redada. Hasta el momento llevaba excavado unos treinta metros. No obstante todo apunta a que su intención apunta a que el pasadizo tuviera mayores dimensiones.