Condenado a 13 años de cárcel por abusar de su hijastra y prostituirla durante una década en Mallorca

El acusado violó a la menor de forma reiterada desde los ocho años hasta que cumplió 17, según la sentencia de la Audiencia Provincial

El hombre condenado, en el juicio.

El hombre condenado, en el juicio. / L.MARINA

Marcos Ollés

Marcos Ollés

La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a un hombre a 13 años de prisión por abusar sexualmente de su hijastra, a la que acabó pagando a cambio de las relaciones. Las violaciones se sucedieron durante una década, cuando la víctima tenía entre 8 y 17 años, en diferentes localidades de Mallorca donde residieron. La sentencia declara al encausado, de 80 años, autor de delitos de abusos sexuales e inducción a la prostitución, y le ordena indemnizar con 15.000 euros a la perjudicada.

El fallo relata que el hombre inició en 2002 una relación con la madre de la víctima, que tenía entonces cinco años. Los tres convivieron en diferentes domicilios de Cala Rajada, Capdepera, Inca y Muro, donde el acusado sometió a la niña a todo tipo de abusos sexuales entre los 2005 y 2013. Los tocamientos y las violaciones se sucedieron con una frecuencia máxima de dos veces por semana, detalla la sentencia.

Los magistrados apuntan que el acusado se aprovechó de la «relación de familiaridad y convivencia» y de la precariedad económica de la madre de la niña, ya que amenazaba a la menor con dejar de mantenerlas si revelaba los abusos que estaba sufriendo. Esta situación provocó que la víctima «no fuera capaz de pedir auxilio o eludir la conducta del procesado», detalla la sentencia.

El hombre y la madre de la menor rompieron su relación en 2013 y, aunque la convivencia cesó, no se acabaron los abusos. La mujer se marchó de Mallorca y el acusado aprovechó entonces la precaria situación de la adolescente, que tenía entonces 16 años, para ofrecerle dinero, comida y ropa a cambio de mantener relaciones sexuales completas en su domicilio. La menor accedió.

La sentencia detalla que a consecuencia de estos hechos, que fueron destapados 2020 por una investigación de la Guardia Civil, la víctima ha precisado tratamiento psicológico.

El tribunal considera que el relato de la perjudicada es completamente creíble frente a la versión del hombre, que en el juicio negó todos los cargos. La sala impone al acusado una condena de 10 años de prisión por el delito de abusos sexuales y otros tres por el de inducción a la prostitución. El fallo puede ser recurrido.

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