Vecina afectada por el incendio en una vivienda de la Playa de Palma: "Ha sido como una película, pero muy real"

Vecinos del número 225 de la Carretera Militar narran cómo se han despertado sobresaltados al destrozar el fuego la vivienda de un piso de abajo y al colarse el humo en su casa

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

"Ha sido como una película, pero todo muy real". Con estas palabras resumía una vecina del número 225 de la Carretera Militar de la Playa de Palma la sensación que había tenido al despertarse sobresaltada por el incendio en una vivienda en la primera planta. La vecina del primer piso, de 76 años, habría salido por sus propios medios, pero su perro ha fallecido. También habría sufrido quemaduras.

"Todavía estoy en shock", indicaba la vecina del segundo piso al revivir la traumática experiencia sufrida al incendiarse la vivienda del primer piso y ver cómo se adentraba el humo en su vivienda sin posibilidad de escapatoria. "La puerta se ha atrancado. Se ha hinchado por el calor. Se colaba el humo y no podíamos salir", ha recordado visiblemente alterada.

Su marido, Moha, ha explicado que la única posibilidad que les quedaba para evitar resultar intoxicados por inhalar el humo ha sido refugiarse en la terraza. "Dentro no se podía respirar y hemos salido al balcón. La Policía nos ha dicho que nos quedáramos allí hasta que los bomberos lo apagasen por completo" ha abundado.

"Si no la sacan los bomberos, no habría podido salir"

Mientras tanto, la vecina de enfrente, en el segundo piso y justo encima del foco del fuego, permanecía en el interior de su vivienda sin dar señales de vida. La mujer, de 78 años, ha tenido que ser rescatada por los Bombers de Palma. "Los bomberos la han sacado, si no no habría podido salir", ha explicado la testigo.

El inmueble donde se había originado el fuego ha quedado completamente devastado por las llamas. Una escalera de mano bloqueaba la entrada, pero desde el exterior se podían observar los catastróficos efectos del incendio. Las paredes estaban ennegrecidos y un fuerte olor a chamusquina impregnaba las escaleras del edificio.