La Fiscalía pide por primera vez una condena de prisión permanente por el asesinato de un niño en Mallorca

 El ministerio público reclama cadena perpetua para el acusado de asesinar a su pareja embarazada y a su hijo de siete años en sa Pobla

El acusado del doble crimen de sa Pobla, Ali K., al ser puesto a disposición judicial.

El acusado del doble crimen de sa Pobla, Ali K., al ser puesto a disposición judicial. / B. RAMON

Marcos Ollés

Marcos Ollés

La Fiscalía de Balears reclama por primera vez una condena de prisión permanente revisable por un crimen cometido en Mallorca. El ministerio público solicita cadena perpetua para el acusado de asesinar a su pareja embarazada y a su hijo de siete años en sa Pobla en mayo de 2021. Es la misma pena que ya han solicitado la familia de las víctimas y el Govern, que están personados en la causa como acusación particular y popular respectivamente. El juicio se celebrará en los próximos meses, con un jurado popular, en la Audiencia Provincial de Palma.

En su escrito de conclusiones provisionales, la fiscal imputa al procesado, Ali K., marroquí de 39 años, dos delitos de asesinato y otro de aborto. La condena de prisión permanente debe aplicarse, según el critero del ministerio público, por la muerte del menor. Mientras, por la muerte de la mujer y del bebé que esperaba solicita otra pena de 25 años de prisión. Además, solicita que el acusado indemnice a los padres y los hermanos de la mujer con más de 400.000 euros.

Según el relato de la Fiscalía, los hechos ocurrieron hacia las siete de la tarde del 16 de mayo de 2021. El acusado se enzarzó en una discusión con su mujer, Warda Ouchene, que estaba en la semana 21 de gestación, en el domicilio familiar situado en la calle Santa Catalina Tomás de sa Pobla. El hombre cogió un cincel y le propinó un fuerte golpe en la cabeza a la mujer, tras lo que forcejeó con ella y la estranguló. Fue, sostiene la acusación, "una muerte agónica". Ali K. cometió el crimen ante el hijo que tenían en común, un niño de siete años al que también estranguló.

Tras los asesinatos, el hombre cerró la puerta con llave para evitar que alguien pudiera entrar en la vivieda y se fue del pueblo en un vehículo. Al día siguiente, hacia las cuatro de la tarde, el hombre envió un mensaje a uno de los hermanos de su mujer: «Si quieres ver a tu hermana y tu sobrino están muertos en la casa. He matado a Warda y al niño», le dijo. El aviso movilizó a los servicios de emergencias, que poco después accedieron al domicilio y hallaron los cadáveres de madre e hijo. 

Unas horas más tarde, el hombre llamó a la Guardia Civil para confesar los crímenes y anunciar que quería entregarse. Explicó que estaba en la zona de Nou Llevant, en Palma, y varias patrullas acudieron al lugar para detenerlo. Desde entonces permanece en prisión preventiva por orden judicial.