Condenado a dos años de cárcel por abusos sexuales a una niña de siete años en una fiesta de Año Nuevo en Palma

La Sección Segunda de la Audiencia de Palma ha condenado este martes a dos años de prisión a un joven por dar un beso con lengua a una niña de siete años durante la celebración de Año Nuevo en un domicilio de Palma. Con carácter previo a la celebración del juicio, el procesado ha consignado en el juzgado la suma de 3.000 euros para hacer frente a la responsabilidad civil. Este acto ha sido considerado una atenuante de reparación del daño y el ingreso en prisión ha quedado suspendido, al carecer de antecedentes, con la condición de que no cometa ningún otro hecho delictivo en los próximos cuatro años.

Los hechos que han sido juzgados en la mañana de este martes en la Audiencia de Palma tuvieron lugar sobre las seis de la tarde del Día de Año Nuevo de 2021 en un domicilio de Palma. Amigos y familiares se habían reunido para dicha celebración. En un momento dado, una niña de siete años fue al cuarto de baño. El ahora condenado fue tras ella y le dio un beso en la boca con lengua a la menor.

A consecuencia de este acto, la niña quedó muy afectada emocionalmente. Hasta el punto de que sus padres tuvieron que llevar a la pequeña para que recibiera terapia de abuso sexual infantil.

Reparación del daño

Con carácter previo a la celebración del juicio en la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, el abogado defensor del acusado y el fiscal han alcanzado un acuerdo de conformidad. Por medio de este pacto, el representante del ministerio público ha rebajado su petición inicial de tres años de prisión a dos años por delito de abuso sexual a menor de 16 años. También ha apreciado como atenuante de reparación del daño que el encausado hubiera consignado, antes de la celebración de la vista, en el juzgado la suma de 3.000 euros para cubrir toda la petición de responsabilidad civil.

El fiscal ha accedido a la solicitud de la defensa de suspensión de la condena del procesado a tenor de su ausencia de antecedentes penales y con la condición de que no cometa ningún otro delito en los próximos cuatro años. También se ha dictado una orden de alejamiento de 500 metros de la niña y la prohibición de comunicarse con ella durante cinco años. El procesado también deberá someterse a un programa de educación sexual y se ha dictado libertad vigilada durante cinco años.