La Guardia Civil desactiva varias granadas y proyectiles anticarro que arrojaron al punto verde de Esporles

Un hombre dejó una caja con los explosivos sin saber lo que contenían, tras vaciar una cochera con enseres antiguos en Campanet

VÍDEO | Así son las granadas y proyectiles anticarro abandonados en el punto verde de Esporles

Guardia Civil

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

El punto verde de Esporles se convirtió en un polvorín. Un total de cuatro granadas de mortero, otras tantas de mano y dos proyectiles anticarro de combate habían sido arrojadas en el interior de una caja. Un empleado de estas instalaciones observó atónito lo que le habían traído y dio la voz de alarma. Artificieros de la Guardia Civil se encargaron de desactivar todos estos explosivos.

Al parecer a una persona le habían encomendado depositar un caja en el punto de verde de Esporles sin conocer lo que contenía. El propietario de unas cocheras de Campanet había contratado a este hombre. Al ponerlas a la venta, se decidió a deshacerse de los trastos de su abuelo en la finca rústica que había heredado de él, entre los que se encontraban todos estos explosivos.

El dueño vació todos los enseres que su abuelo, ya fallecido y propietario de dichas cocheras, había ido acumulando a los largo de 50 años sin reparar en qué contenían estas cajas. Así, un empleado se limitó a transportar estos enseres hasta el punto verde de Esporles sin percatarse del serio peligro que podría representar el traslado de estos explosivos sin adoptar ninguna medida de seguridad.

La descomunal sorpresa se la llevó el operario del punto verde de Esporles cuando se dedicó a la tarea cotidiana de abrir las cajas para clasificar su contenido en aras de reciclarlo. En una de estas se topó con cuatro granadas de mortero, cuatro de mano y dos proyectiles anticarro. Sin dilación, el trabajador avisó a la Guardia Civil para alertar de que se había topado con una caja repleta de explosivos.

A continuación agentes del Grupo de Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos y de naturaleza NRBQ (Gedex) se dirigieron hacia dicho punto verde. Su misión era comprobar qué tipo de explosivos había allí y comprobar si estos se encontraba o no activos.

Con la carga explosiva intacta

Los artificieros comprobaron que en dicha caja había tres granadas de mano Oto M35 y una granada de mano polaca. También había otras dos granadas de mortero Brixia y otra Valero. También había dos proyectiles anticarro. Asimismo, estos expertos verificaron que seis de estos artefactos tenían su carga explosiva intacta.

Ante el riesgo que suponía su traslado, los expertos en explosivos de la Guardia Civil buscaron una zona segura para su completa desactivación. A tenor de este hallazgo, desde el instituto armado se instó a los ciudadanos que se abstengan de tocarlos y les avisen de inmediato, por el gran peligro de una detonación accidental.