Dos años de cárcel por arrollar a un motorista al que tuvieron que amputar un pie y darse a la fuga en s'Arenal

La acusada, que circulaba a velocidad excesiva y se saltó un stop, se ha declarado autora de dos delitos tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía

La víctima recibirá una indemnización de 680.000 euros por las gravísimas lesiones sufridas

El coche que conducía la mujer, captado por una cámara de seguridad.

El coche que conducía la mujer, captado por una cámara de seguridad. / DM

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Una mujer ha sido condenada hoy a dos años de cárcel por arrollar a un motorista, al que tuvieron que amputar un pie, y darse a la fuga en s'Arenal, en Palma. La acusada se ha declarado autora de delitos de lesiones por imprudencia menos grave y contra la seguridad vial tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía. La víctima, representada por el abogado Antonio Martínez, recibirá una indemnización de 680.000 euros por las gravísimas lesiones sufridas.

Los hechos ocurrieron hacia las cinco y media de la tarde del 6 de abril de 2021, cuando la mujer, rusa de 50 años, circulaba al volante de un Range Rover Evoque por el camino de Ca Na Gabriela, en Palma. La mujer iba a velocidad excesiva y cuando llegó al cruce con la carretera militar se saltó una señal de stop que daba prioridad a los conductores que circulaban por esa vía. En la intersección se llevó por delante a un motorista que circulaba correctamente.

Pese a la gravedad del accidente, la mujer no se detuvo. Siguió circulando y se dio a la fuga, mientras varios testigos alertaban a los servicios de emergencias. La acusada realizó un giro minutos después y volvió a pasar por el lugar en el que se había producido la colisión. Tampoco esta vez se paró.

El motorista sufrió lesiones muy graves y tuvo que ser trasladado a un hospital. Los médicos tuvieron que amputarle un pie y el hombre tuvo que recibir además asistencia psicológica por el trauma que supuso la pérdida de la extremidad.

La Policía Local de Palma, encargada de investigar el accidente; hizo un llamamiento a través de los medios de comunicación para identificar a la persona que iba al volante del Range Rover. La mujer acabó entregándose, acompañada de un abogado, el 12 de abril, seis días después del accidente. Según contó entonces, se marchó del lugar del siniestro porque se asustó.

La Fiscalía le imputó delitos de lesiones por imprudencia y contra la seguridad vial. El ministerio público reclamó para ella una condena de cinco años y tres meses de prisión. Sin embargo, antes de la celebración del juicio las partes han alcanzado un acuerdo de conformidad. El fiscal ha apreciado las atenuantes de confesión y reparación del daño, ya que la mujer consignó 60.000 euros para indemnizar a la víctima por los daños morales. El motorista ha sido compensado además con otros 620.000 euros por la compañía aseguradora del coche por las lesiones y las secuelas. La mujer ha reconocido los hechos en un juzgado de lo penal de Palma, donde ha sido finalmente condenada a dos años de prisión.