Piden cadena perpetua para la mallorquina acusada de asesinar a su bebé en Zaragoza

La Fiscalía y el padre de la niña, que tenía dos años cuando murió en 2021 por las palizas recibidas, reclaman prisión permanente para la mujer y su novio

El cadáver de la víctima presentaba más de cien lesiones por todo el cuerpo

El caso será juzgado en los próximos meses por un jurado popular en la capital aragonesa

Vanesa M.P., la mallorquina acusada de matar a su hija, tras ser detenida en Zaragoza.

Vanesa M.P., la mallorquina acusada de matar a su hija, tras ser detenida en Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Marcos Ollés

Marcos Ollés

La mallorquina acusada de asesinar a su bebé de dos años en Zaragoza se enfrenta a cadena perpetua. La Fiscalía y el padre de la niña, que ejerce la acusación particular, reclaman una condena de prisión permanente revisable para la mujer y su novio, acusados de someter a la menor a torturas y malos tratos de forma sistemática durante meses hasta acabar con su vida. Los forenses encontraron en el cadáver del bebé más de un centenar de lesiones, tanto recientes como antiguas, así como restos de cocaína y cannabis. Está previsto que el juicio se celebre en los próximos meses ante un jurado popular en la capital aragonesa.

Vanesa M.P., nacida en Palma y que vivió en Mallorca hasta 2016, llamó el 21 de enero de 2021 a los servicios de emergencias desde su domicilio de Zaragoza. Pidió una ambulancia porque su hija no respiraba. Los efectivos sanitarios ya solo pudieron certificar la muerte de la pequeña. Los médicos detectaron que tenía hematomas en la cara y el pecho. La joven, de 29 años, y su novio, Cristian L.V., de 32, atribuyeron esas lesiones a caídas accidentales de la niña.

Los forenses que practicaron la autopsia, sin embargo, descubrieron una herida craneal y un centenar de lesiones, 73 recientes y 28 antiguas que apuntaban a una situación de maltrato habitual. Los análisis toxicológicos revelaron además que la bebé consumía de forma crónica cocaína y cannabis y tenía restos de fármacos antidepresivos e hipnóticos. La causa de la muerte fue una peritonitis, provocada al parecer por las agresiones sufridas.

La Policía Nacional detuvo a la madre y el padrastro horas después y encontraron en sus teléfonos móviles numerosas conversaciones y fotografías en las que comentaban las torturas a la pequeña. Entre ellas, echarle pimienta en la boca como castigo o colgarla en una pared, sujeta a un clavo por la ropa.

Los investigadores del grupo de Homicidios de Zaragoza llegaron a la conclusión de que la niña sufría «una situación de malos tratos físicos y psíquicos continuada en el tiempo con la anuencia y el beneplácito» de los dos acusados. La Policía determinó además que la madre y el padrastro tardaron varias horas en llamar al 112 el día del crimen pese al evidente deterioro de su estado, documentado también en los whatsapps intervenidos.

Vanesa M.P., a la que los servicios sociales ya habían retirado la custodia de sus otros hijos en Mallorca y Girona en los años anteriores, y Cristian L.V. permanecen en prisión preventiva. En sus declaraciones judiciales durante la instrucción del caso se han culpado mutuamente de los malos tratos a la niña.