Tribunales

Condenado por acosar sexualmente a una niña de 13 años bajo amenazas de muerte en Mallorca

La Audiencia impone dos años y medio de prisión al joven, compañero de instituto de la víctima, por exigirle fotos íntimas y agredirla durante meses - La menor ha tenido que someterse a un largo tratamiento psicológico

El joven condenado, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma.

El joven condenado, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma. / E.P.

Redacción

La Audiencia Provincial ha condenado a dos años y medio de prisión a un joven por acosar sexualmente durante meses a una niña de 13 años, compañera suya en un instituto de Mallorca. El procesado exigió a la víctima durante meses que le enviara fotografías íntimas y llegó a amenazarla de muerte para que no dejara de remitirle material. Además, la agredió varias veces para intentar mantener relaciones sexuales con ella. La menor tuvo que someterse a un largo tratamiento psicológico por el trauma sufrido. El tribunal declara al acusado autor de delitos de agresión sexual con la atenuante de dilaciones indebidas y lesiones. Deberá indemnizar a la perjudicada con 9.380 euros.

El hostigamiento comenzó en mayo de 2016, cuando él tenía 18 años y ella, 13. Se conocían porque iban al mismo instituto, en un pueblo de Mallorca. Empezaron a conversar a través de Instagram y después, en WhatsApp. A lo largo de cuatro meses, charlaban a diario de temas banales. Pero a partir de septiembre, el joven aprovechó la relación de confianza que había trabado con la menor para enviarle fotografías en las que él aparecía desnudo y le pidió a la niña que hiciera lo mismo.

El procesado reclamaba estas imágenes de forma insistente, según relata la sentencia de la sección primera de la Audiencia Provincial. Ante la negativa de la menor, comenzó a amenazarla con hacerle daño a ella y a su familia. Llegó a enviarle una fotografía de un cuchillo, asegurándole que la mataría si no accedía a sus exigencias.

La niña acabó cediendo y le remitió diversas imágenes de contenido sexual. Esto permitió al acusado utilizar un nuevo método para chantajearla: si dejaba de enviarle ese tipo de material, difundiría el que ya tenía. Además del acoso a través de WhatsApp, el joven comenzó a hostigarla en persona. En el instituto al que ambos acudían, señala el fallo judicial, le daba empujones, le hacía zancadillas y la miraba de forma agresiva.

En una ocasión, a finales de 2016, la niña se topó con el joven en el instituto y corrió a refugiarse en el baño de las chicas. Cuando salió, el acusado la cogió por la cintura, la arrinconó e intentó darle un beso. «No quiero hacerte daño», le dijo. Ante esta situación, la víctima continuó enviándole imágenes sexuales, haciendo las posturas que él le pedía. Por su parte, el procesado también le enviaba fotografías de su pene e incluso un audio en el que se le oía masturbarse.

La situación fue agravándose hasta que en marzo de 2017 acabó en una agresión física. La niña paseaba por el pueblo cuando fue abordada por el joven. Ella intentó huir, pero él la persiguió, la agarró y le dijo que le pegaría si no mantenían relaciones sexuales. La chica se negó y el acusado le dio varios golpes en las costillas y la clavícula, tirándola al suelo. Tuvo que ser atendida en un centro médico por las lesiones sufridas.

El caso fue entonces denunciado y el joven fue detenido una semana después. La menor padeció síndrome de estrés postraumático, que se tradujo en una continuado estado de nerviosismo y ansiedad, una caída del rendimiento escolar y trastornos alimenticios. Estuvo en tratamiento psicológico durante más de dos años.

Tras su arresto, un juzgado impuso al acusado una orden de alejamiento de la niña como medida cautelar. Tenía prohibido acercarse a menos de 50 metros de ella, pero quebrantó esta orden y fue condenado por ello en otro procedimiento judicial en enero de 2019.

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