La curva a la altura del número 77 de la calle Francesc Vidal i Sureda, en la barriada palmesana de La Bonanova, volvió a ser escenario de un accidente anoche, que podría haber ocasionado una tragedia si los vecinos que estaban en ese momento en la acera no se llegan a apartar. Un coche que circulaba a una velocidad excesiva se estampó contra un muro y destrozó una caseta de Emaya. Los dos ocupantes salieron del vehículo y se escaparon a la carrera ante la atónita mirada de los testigos. La Policía Local de Palma está realizando gestiones para localizarlos. Los residentes recuerdan que a lo largo de los últimos meses se han producido allí media docena de siniestros graves, por lo que reclaman al Ayuntamiento la instalación de badenes en la calzada y una mejora en la señalización.

Según confirma la Policía Local de Palma, el siniestro se produjo sobre la una de la madrugada de ayer a la altura del número 77 de la calle Francesc Vidal i Sureda, cerca del Oratorio de La Bonanova. Se trata de una curva en la que son frecuentes los accidentes. Los coches que circulan a una velocidad excesiva tienden a salirse y a golpear contra el muro.

Cuando ocurrió el siniestro anoche, había un grupo de vecinos en la acera, y uno de ellos apartó a su mujer al ver que se acercaba un vehículo a gran velocidad. Y volvió a pasar. El coche perdió el control y golpeó contra un murete y una caseta donde hay una acometida de Emaya. El impacto fue tan violento que el vehículo quedó totalmente girado, mientras de la tubería salía un gran chorro de agua.

Pero la cosa no acabó ahí. Tras el accidente, dos hombres salieron del vehículo y se escaparon a la carrera ante la mirada de los testigos.

Al lugar acudieron poco después dotaciones de la Policía Local, que iniciaron gestiones para localizar al propietario del vehículo abandonado. El coche, que sufrió grandes daños, fue retirado por una grúa.

Los vecinos de la zona explican que en este punto se producen accidentes de forma recurrente. De hecho, el murete acababa de ser reconstruido tras quedar destrozado por otro vehículo, que impactó contra él hace unos tres meses. Los residentes han contabilizado media docena de siniestros en los últimos meses, algunos provocados por autobuses de la EMT. Por ello reclaman al Ayuntamiento que instale badenes en la calzada que impidan que los vehículos circulen a gran velocidad, y una mejora en la señalización de la zona.