La gripe aviar obliga a retirar cerca de mil cadáveres de aves en la Albufera de Valencia

El brote de gripe aviar detectado en la Albufera de Valencia ha obligado a la consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica retirar 914 cadáveres de aves en el Racó de l’Olla, el punto donde está focalizada la incidencia del virus.

Según ha confirmado el diario Levante-EMV, de Prensa Ibérica, fuentes del departamento que dirige Isaura Navarro, la evolución del foco muestra síntomas de estabilización ya que en lo que va de semana el número de aves retiradas es de 174 frente a lasa 740 que se retiraron en los primeros siete días, lo que refleja que la tendencia está evolucionando favorablemente a la baja.

Las especies afectadas por el virus H5N1 corresponden a las familias del charrán común (Stera hirundo) y la Pagaza piconegra (Glochelidon nilotica) y está centralizada principalmente en los pollos sin afectar a los adultos. 

Ante el riesgo de expansión del virus debido al proceso migratorio de las aves, Agricultura ha reforzado las medidas preventivas en todos los Parques Naturales de la Comunidad Valenciana para vigilar la aparición de animales muertos y detectar si esto tiene alguna relación con la gripe aviar. 

Desde consejería explican que las brigadas de la Generalitat Valenciana están saliendo todos los días con dotaciones que analizan rápidamente si hay síntomas o no del virus y por el momento no han detectado la presencia de la infección en otros espacios naturales. 

Temor al botulismo

Uno de los principales temores es el de la expansión del botulismo, una de las enfermedades más importantes en aves migratorias que afecta especialmente a aves acuáticas y que a menudo resulta mortal. Para evitar este escenario, que con podría llegar a ser más letal con la llegada de las altas temperaturas, los efectivos están retirando todos los cuerpos de los animales y se están incinerando. 

La enfermedad ya provocó en 2019 un importante brote en el Tancat de la Pipa, donde 641 aves murieron y otras 89 enfermaron. El brote duró poco más de un mes y afectó a veintiuna especies aviares de la Albufera, especialmente al ánade azulón y a la cigüeñuela.